Los príncipes de la mafia II : Naím

9.

    Naim se remueve inconsciente con el cuerpo de Clara aferrado al suyo, pero ella duerme profundamente sobre su pecho, los recuerdos lo atacan en medio de su sueño, Naomi le sonríe, mientras acaricia su rostro.

-Dime que me amas- le dice ella entre susurro.

-Te amo- le contesta él.

   Ella le vuelve a sonreír y entonces... entonces todo se oscurece, ahora él despierta y a su lado yace el cuerpo inerte de la chica que ama, él se incorpora y la toma en sus brazos.

-Naomi...- la desesperación lo embarga de golpe, acaricia su rostro y las lagrimas asoman por sus mejillas-Watashi no ai ("mi amor").

Entonces todo se acaba...

Naim

-Naomi.

     Pronuncio su nombre entre sueños y abro de golpe los ojos, tratado de que mi respiración vuelva a la normalidad, miro a Clara y ella a penas de mueve, tiene su mano en mi torso, esta prácticamente acurrucada contra mi, le doy un beso casto en la frente, ella se despierta poco a poco y alza sus ojos marrones hacia mi.

-Hola- me dice entre sueños.

-Hola pecas- le sonrío y vuelvo a besar pero esta vez en los labios.

-¿Todo esta bien?- me pregunta como si hubiera adivinado mi estado.

   Iba a contestarle pero... noté un detalle, ella lleva puesta una camiseta mía y lo que es peor tiene su pierna desnuda sobre mi, apoyo mi mano en su pierna y la acaricio, me pierdo en aquella piel blanca y suave que me gusta.

-Naím.

-¿Mmm?- la verdad es que ni la escucho, ella es pura tentación para mi y me desconcentra en cuestión de segundos.

-Te estoy hablando- se ríe y se da cuenta que mi vista esta puesta en su pierna y en mi imaginación de que no lleva nada abajo- deja de hacer eso- me da una palmada en el pecho.

-Lo siento, es tu culpa por usar mi ropa- le contesto volviendo a besarla, del otro lado de mi habitación en casa de mis padres, se escucha el llanto de la bebé y unas pisadas por el pasillo- aun no me acostumbro- le digo y ella hace una mueca divertida.

     La giro y me pongo arriba de ella para hacerle cosquillas, le mordisqueo con suavidad en cuello y entre sus pechos, ella esta muerta de la risa.

-¡Ya deja de hacer eso!- entre risas.

Me detengo y por unos segundos ella me mira.

-Te ves diferente cuando tienes a la pequeña entre tus brazos- me dice acariciando mi brazo izquierdo.

Me acuesto de nuevo boca arriba pero tomo su mano con la mía.

-Desde que Abril nació esta casa esta revolucionada, ella hace que todo el mundo quiera protegerla y mi hermano ya no es el rebelde de siempre, cuando la veo noto que se parece a él.

-Pero ella hace que tú sonrías, lo note anoche cuando la cargabas- me confiesa.

Mi celular vibra, suelto de mala gana a Clara para coger mi teléfono, es de Mateo.

"Es urgente ven a los hangares".

Me incorporo y alguien golpea la puerta de mi dormitorio, cuando voy abrirla es mi hermano y no se ve para nada bien.

-Algo paso- me dice sin muchas explicaciones- papá quiere que vayamos a los hangares ahora- dice y se marcha.

Cierro la puerta y me visto a toda prisa.