Clara
No puedo creer que él dijera a aquel policía que yo era su novia, aunque ¿a quién quiero mentirle?, la verdad es que me ha desconcertado aun más, el dialogo que han tenido esos dos, era como si ambos se conocieran, a lo mejor no es la primera vez que el detective lo detiene, pero me dio pena el hombre que dijo que la droga encontrada había sido de él, se entrego para proteger a su jefe ¿porqué?, nunca comprenderé el echo de que allá tanta lealtad en ese mundo, si mi padre estuviera aquí se lo preguntaría, mi teléfono esta vibrando, número desconocido.
-¿Hola?.
-¿Dónde estás?- la voz masculina la reconozco, es Naím.
¿Cómo supo mi número?.
-Rumbo a casa- respondí cortante, estaba a punto de colgar.
-Espera iré por ti- colgó.
¿Siempre hay que hacer lo que él dice?, me cerré aun más mi chaqueta y seguí caminando, si me encuentra o no, me vale, la verdad es que su presencia me pone bastante nerviosa, tres hombres venían caminando por la misma vereda que yo, uno de ellos sostenía una botella, el otro se tambaleaba, el tercero, murmuraba algo a los otros dos cuando me vio, ¡oh, oh!, huele a problemas y será mejor que cambie a la vereda de enfrente, uno de ellos empezó a silbarme.
-boooniiiitaaaaa- me llamaba el mas borracho de los tres.
No hice caso, seguí para cruzarme pero el segundo corrió y se puso frente a mi.
-¿Te llevamos a casa linda?- apestaba a alcohol.
No conteste, quise esquivarlos pero el otro hombre me agarró del brazo.
-Vamos a divertirnos.
-¡Suéltame!- le di una patada en la pierna al tipo, corrí pero ellos vinieron detrás de mi, sentí un agarre en mi brazo pero en ese momento, un coche apareció, y se cruzó delante de ellos subiendo a la vereda, el hombre alto y de traje se bajó del vehículo.
- Clara entra al auto.
La mirada de Naím daba miedo, no apartó la vista de los hombres, caminé hacia él y me quedé junto al auto.
-Amigo deja que nos divirtamos con la mujercita ¿quieres? - decía el segundo tipo arrastrando las palabras.
Ambos hombres se hartaron y se abalanzaron sobre Naím, este los esquivo, con un movimiento le dio al primero un golpe certero al pecho con su mano, ¡wow!, parecía salido de esas películas de artes marciales, al segundo le dio una patada, que terminó despatarrado y adolorido en el piso, el primero se volvió contra él una vez más, el borracho quiso atacarme a mi con la botella rota pero Naím se interpuso, note que hacía una mueca y me corrió aun lado para darse la vuelta, en cuestión de minutos los tres hombres estaban mal heridos y tirados en el suelo, lo mire a él buscando que no estuviera herido, pero parecía no estarlo, con una mirada asesina me dijo que subiera al auto y lo hice sin chistar, la verdad es que quería irme de ahí.
-¿Estás bien?- me preguntó mientras giraba por una calle, fruncí el ceño al pensar en que esa calle sale directo para mi barrio.
-Si y ¿tú?- le contesté.
No hacía falta su respuesta, un hilo de sangre goteaba por su brazo.
-Estás herido- dije alertada por la imagen.
-Nada que un botiquín no cure- me dice muy tranquilo.
-No es gracioso, estas herido, es mi culpa.
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Los príncipes de la mafia II : Naím
RomantizmNaím es muy distinto de su hermano menor, es guapo, duro y de sonrisa seductora pero guarda un oscuro pasado que hará que se replantee su presente y su futuro, pronto a su vida llegara alguien que vuelva su mundo al revés. © Todos los derechos reser...