Prisión Federal.
El guardia desliza su macana por las celdas a medida que avanza por el pasillo, el sonido molesto es casi una provocación para los reclusos, de quien manda allí, mientras silba una melodía controla que todos estén en sus celdas.
-Pasillo A, fuera luces- anuncia por el radio.
Al pasar por el pasillo B se detiene en una de las celdas, observa al sujeto de aspecto crudo sentado en la cama, esperando pacientemente, tiene un tatuaje de una calavera en la mitad de su rostro, el guardia le hace un gesto leve con la cabeza antes de sacar sus llaves y quitar el seguro de la celda. El recluso desliza su mano por debajo del colchón y extrae una hoja afilada, el guardia sigue de largo hasta el siguiente pasillo como si nada.
El pasillo D tiene a uno de sus presos más destacados, Naím Alfonso, el hijo mayor de la familia del cártel Alfonso, acusado de homicidio por la muerte de su prometida, la joven Naomi Hanada. El pasillo D es para los solitarios, para los reclusos que deben resguardarse por temor a un ataque. El guardia quita la tapa de la puerta y revisa el interior, se lo ve a Naím acostado en su cama con los brazos detrás de la nuca mientras duerme o eso se supone que hace, el guardia esboza una sonrisa en cuanto cierra la tapa, introduce la llave en el candado y lo quita, para luego seguir su camino.
El filo de la hoja se clava en la pared del pasillo D, mientras el sujeto con la calavera avanza hacía su objetivo, el silencio inunda el pasillo oscuro, sólo el sonido de la hoja deslizándose por la pared dejando una marca y los pasos del asesino.
Naím abre los ojos, como si supiera de alguna forma lo que esta a punto de pasar, se levanta de su cama y se coloca a un lado de la puerta, cierra los ojos para concentrarse, ansiando el momento bajo una calma absoluta, el sonido del pasador lo hizo abrí sus ojos entre las sombras de su celda esboza una fría sonrisa, en cuanto su atacante abre la puerta de su celda y la cruza, el caos se desata, Naím le lanza una patada de costado que trastabilla a su asesino, golpea su pecho con sus manos y luego un golpe contundente a la carótida del sujeto, dejándolo sin aire, cae de rodillas con su mano en la garganta, intentando respirar, Naím recoge el filo de a hoja del suelo.
Lo observa un momento con el rostro inmutable, ladea la cabeza antes de acercarse a su atacante. . .
A la mañana siguiente los guardias encuentran a Naím sentado en su cama con la mirada fija en el suelo, sus manos cubiertas de sangre, en su rostro hay gotas de salpicadura, su atacante esta en el suelo con la hoja clavada en su cabeza.
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Los príncipes de la mafia II : Naím
RomanceNaím es muy distinto de su hermano menor, es guapo, duro y de sonrisa seductora pero guarda un oscuro pasado que hará que se replantee su presente y su futuro, pronto a su vida llegara alguien que vuelva su mundo al revés. © Todos los derechos reser...