Los príncipes de la mafia II : Naím

10.

Clara

-¡No hagas eso! me haces reír- le digo a Erika que su boca forma un gran "o", después de contarle del nombre de la chica.

-Joooo no puedo creerlo, enserio ¿le preguntaste?.

-No aun no- bebo un buen sorbo de mi jugo.

-Bueno... amiga es normal que en su vida tenga alguna que otra chica en su pasado, todos los hombres tienen una ex en su pasado, ¿además quien no estaría con un bombón con tableta de chocolate en el abdomen como él?.

Casi escupo mi bebida, en verdad que Erika es fatal.

-Ya hablando enserio- deja a un lado su sándwich en el plato- ese chico en verdad siente algo por ti, por lo que me describiste, deja que él sea quien te lo cuente, es mejor enterarse de la verdad por la misma persona que por alguien más.

Tiene toda la razón, no estoy ni molesta con él ni nada por el estilo, sólo quiero que me diga la verdad y dejar de sentir este sentimiento absurdo que siento ahora.

-No estoy enojada con él- le digo- y si es mejor enterarme por su propia boca, sólo... sólo quiero que confié en mi, es todo.

-Entiendo hacia donde vas, ¿te llamó?.

Niego con la cabeza.

-Bueno... creo que no hace falta que lo haga- dice mirando hacia un lado.

Miro en la dirección en la que va dirigida mi amiga, y casi me caigo torpemente de la silla, Naím estaba parado al otro lado del campus, apoyado contra un impala.

-Oh por dios- dice lentamente mi amiga- ese chico seria Adán en el paraíso.

Trago mi bebida, creo que me vio, porque me hacía señas con sus largos y delgados dedos de que vaya hasta donde esta él, lo peor es que me sonríe o ¿esta serio?.

-Dios, amiga quiero casarme con un mafioso- me dice de golpe. 

Mi celular vibra, es él.

-Hola- miro hasta donde está él.

-Pecas mueve tu hermoso trasero hasta mi por favor- cuelga

-Odio cuando es tan engreído- bufo.

Erika esta muerta de la risa, y me hace señas con las manos de que me vaya.

Camino hasta él y veo que lleva puesto una chaqueta y un jeans con unas converse, parece un chico de rebelde vestido así, pero la verdad es que todo lo que viste le queda bien.

-Bien, mi trasero y yo hemos venido hasta ti- me burlo. 

-Sube necesito hablar contigo.

-Ni un ¿"por favor Clara"?, no puedo, tengo una clase dentro de una hora- le digo sin subirme al coche.

-Con más razón, prometo que te traeré de regreso, además no es muy lejos.

-Esta bien- digo subiéndome  al vehículo.

Me llevo a una parte del parque cerca del lago, él ni siquiera se sentó en la banca, simplemente se quedo parado contemplando el lago, me situó a su lado.

-Este silencio tuyo me esta poniendo nerviosa- le confieso.

-Clara- sin apartar la vista del lago- ¿ayer me escuchaste mencionar el nombre de Naomi no es cierto?.

Ya veo con que era eso, cierro los ojos por un momento y tomo aire.

-Si, la verdad es que si, te oí decir su nombre mientras soñabas.