-Hyunjinnie yo, de verdad, lo siento.- Dijo el menor de la nada. Sabía que un simple "Lo siento" no iba a arreglar el desastre y la confusión dentro del mayor, pero no había excusa válida para lo que había sucedido.-¿Lo siento?- Replicó el contrario, indignado.- ¿Lo sientes, en realidad? No creo que sepas ni una fracción de lo que he sufrido. Ya perdí la cuenta de todas las noches en las que no dormí por estar pensando en tu bienestar. No conoces el desespero y la ansiedad que sentí al no saber cómo o dónde estabas. Dios... tuve que fingir estar bien, como si nada hubiera pasado, cuando mi corazón se desgarraba por ti.- Continuó. Lo que había dicho sólo era la mitad de la historia, pasando por alto el llanto diario, la incompetencia que lo agobiaba al no poder hacer nada respecto a su dolor, los días en los que ansiaba con toda su alma entrelazar la mano del pelirrojo con la suya, sin mencionar sus fantasías en esas noches de insomnio, imaginando un presente utópico para ellos.- Te extrañe tanto...- Añadió. Él no quería llorar. No quería mostrar su debilidad. No quería que Seungmin se diera cuenta de el efecto que tenía en él. Pero no pudo contener sus lágrimas. Sus piernas temblaban tanto que cayó al piso de rodillas.
Y solo se quedó ahí, sollozando y soltando lágrimas a más no poder, transmitiendo su sufrimiento.
Seungmin se agachó frente a él y lo abrazó con toda su fuerza y lloró junto a él.
Le dolía verlo sufriendo y le molestaba, aún más, que fuera por su culpa.
-Lo siento.-
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-¿Hyunjin?- Preguntó. Se habían quedado un largo tiempo sentados en el suelo, abrazándose hasta calmar su llanto mutuo. -¿Hyunjinnie?- Volvió a preguntar, sin conseguir una respuesta.
El pelirrojo se separó un poco del mayor para ver su rostro.Se había quedado dormido.
Seungmin sonrió. -¿Qué clase de criatura eres? ¿Cómo haces para verte lindo siempre?- Susurró.- Y se supone que yo soy el menor. Yo debería haberme quedado dormido y tú debías cargarme estilo 'princesita' a la habitación. Eres demasiado pesado.- Bromeó para él mismo.
Luego de dejar al pesado joven en la cama de la habitación, Seungmin, quién conocía esa casa como la palma de su mano, decidió ir a la cocina y preparar un café para el cansado muchacho.
-~-~-~-~-~-
-¡AAAAAGGH!- Un largo y estruendoso alarido se escuchó desde el piso de arriba. Seungmin se apuró a subir, dejando el café caliente en el mesón.
-¿Qué pasó?- Pidió una explicación preocupado.
-¡Un-Una araña!- Replicó el mayor, petrificado al ver semejante animal.
Había una gran y horrible araña colgando del techo, acercándose cada vez más a la cara de Hyunjin. No se podía mover del miedo.
Las arañas eran su peor pesadilla.Seungmin tomó una chancla del suelo y cuál madre latina enojada, lanzó el objeto hacia el pequeño (algo grande en los ojos de Hyunjin) organismo.
Por suerte, no murió, esa no era la intención, pero si cayó al suelo.
Y ahí fue donde Seungmin hizo una maniobra extraña para atraparla y dejarla bajar por la ventana del cuarto.-Hyunjin, pareces un bebé.- Dijo, en burla.
-¿Cómo quieres que reaccione al ver una cosa tan escalofriante como esa?- Respondió Hyunjin, aliviado de que hubiera desaparecido.
El menor comenzó a caminar hacia la cama para sentarse, sin embargo, tropezó a medio camino y cayó en el frío suelo.
Hyunjin no paraba de reír, mientras intentaba pararse para ayudar al otro
-Me hubiera gustado caer encima tuyo, como en las películas, no en el suelo.- Se quejó, decepcionado de la triste realidad.
-Preguntaría si estás bien pero parece que te golpeaste fuerte.- Mencionó, dirigiéndose hacia él para echarle una mano. No pudo contener las carcajadas, más estas pararon cuando el avergonzado joven en el suelo, se sentó en sus rodillas y tomó el brazo del contrario, llevándolo al piso también.
El silencio reinó en la habitación por un momento.
-Sigue riéndote, Hyunjin.- Dijo en un tono seductor, acercándose lentamente al rostro del muchacho.
-E-estás muy cerca, Seungmin.- Informó, desviando la mirada como un niño pequeño asustado.
-Lo sé.-
Hyunjin admiró los labios de este. No habían cambiado. Seguían tan perfectos como siempre.
Quería tocarlos.
Inconscientemente su dedo rozó ligeramente la boca de Seungmin. Él se sobresaltó un poco, pero no la alejó.
El travieso pulgar recorrió sus labios de una manera tortuosamente lenta, como si no pudiera tener suficiente de ellos.
Prosiguió a acariciar la mejilla del menor.
- No me hagas esto. No me hagas necesitarte más... Mientras más me dejes acercarme, más difícil será dejarte ir de nuevo.- Suplicó, pero ya era tarde.
Seungmin ya había unido sus labios con los de Hyunjin.
Una ola de emociones paseó por su cabeza.
Su cuerpo sólo siguió el beso, sin pensarlo dos veces.
Había olvidado la tranquilidad que traían esos besos.
Su mente decía: "¿Qué estás haciendo? No puedes demostrarle que él tiene control sobre ti, aléjalo."
Hyunjin sabía que no podía depender de alguien. Era como saltar al vacío esperando encontrar dos cosas. Un colchón en el que podría recostarse o un suelo lleno de púas que lo apuñalarían por la espalda.
El no estaba dispuesto a dar ese salto otra vez.
No lo estaba.
Pero tal vez podría hacer una excepción tratándose de Seungmin.
Holiii, les había prometido como 3 capítulos en un día pero no se
pudo hacer porque el internet me falló ;( maldito
Aquí les traigo un capítulo lleno de basura porque mi cabeza no puede hacer nada bien :/
Estoy intentando sacar ideas pero parece que están muy escondidas dentro mi mente aafggggg the struggle is real
Les prometo que en cuanto mi poca creatividad vuelva a mi, les traeré un montón de capítulos di-vi-nos
Love you <3
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Incondicionalmente - Changlix - Stray kids
Fanfic"-Perdón por traicionarte, te hice creer que éramos amigos, pero yo fui egoísta. Siempre quise más que una amistad... Yo lo arruiné todo, lo siento.-" -Donde una llamada de parte de un Felix ebrio a Changbin, cambia por completo su relación.