Una Ladybug rubia

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Había pasado un mes. Los habitantes avanzaban en sus metas. Luka seguía confundido, depresivo, solitario. Perdió una hermana y no sabía cómo saldría de esa situación tormentosa.

Rose al enterarse de la muerte de Juleka, faltó a la escuela un par de días. No quería aceptar que ella había muerto pocos días antes de su cumpleaños.

Ambos encontraron en la heroina un alivio para las emociones, por lo que su consumo había aumentado.

El de mechas azules tenía un recuerdo algo distorsionado por el alcohol ingerido, pero recordaba a Chat noir quien le parecía muy familiar pero no podía deducir quien era.

Adrien sólo se enfrentó a dos akumas, ambas mujeres rubias. La primera fue una mujer que se molestó por la gente que le recalcaba su vejez por lo que su poder era volver a todos ancianos, excepto a ella misma. La segunda fue una niña a la que molestaban debido a una serie que le gustaba y los demás calificaban como infantil. Transformaba a las personas en personajes de la serie.

Chat noir tuvo que matarlas con su cataclismo, algo muy doloroso para él puesto que en el interior, eran personas inocentes.

La primera muerte le hizo tener pesadillas, por suerte Plagg estuvo a su lado para evitar que perdiese la cordura y terminara en un manicomio.
La segunda muerte fue más difícil, era una niña.

Había perdido contacto con todas sus amistades que estaban muy preocupadas, incluyendo a Chloé.

Chloé intentaba hablar con Adrien pero cada vez que se encontraban, el rubio le ignoraba y seguía con su camino. Nadie lo comprendía pero Agreste estaba tomando precauciones por si alguien averiguaba su identidad.

La ciudad tampoco había mejorado, la gente estaba fuera de control, queriendo obtener respuestas. El vandalismo aumentó, era una forma de demostrar su ira y desconfianza hacia el alcalde que no sabía nada de estos héroes o asesinos.

Aún estaba eso en debate, si Le Paon y Chat noir debían de ser considerados héroes o asesinos. Si bien habían salvado la ciudad de los akumas, habían arrebatado la vida a mujeres.

Adrien estaba harto de ello, sólo quería que la persona que pudiese devolver a la normalidad a los akumas apareciera lo más pronto posible, a este paso terminaría en un manicomio.

Gabriel y Charlotte tampoco habían avanzado mucho, tenían que estar muy atentos a su hijo pero desgraciadamente, no podían interferir directamente, lo que les causaba mucha impotencia. También estuvieron tachando a muchas personas como posibles portadores y les asustaba el hecho de no encontrar a una persona que pudiese frenar a los akumas.

➰

Chat noir vagaba por las calles de París, quería olvidar la situación en la que estaba. Se había enterado de la muerte de Juleka por lo que de vez en cuando iba a echar un ojo a Luka.

Como todas las noches que venía, el de mechas azules estaba recostado, aparentemente dormido. Con cuidado, se acercó a la ventana redonda para mirarlo de cerca.

Suspiró al verlo, realmente era cansado venir a estas horas, agregando que tenía unas heridas que aún no sanaban.

El rubio casi cae al agua cuando Couffaine estaba frente a la ventana, mirándole con burla. Le había asustado.

—¿Se puede saber por qué me vigilas?— Pidió saber el de mechas azules.

Tragó saliva, había sido descubierto con las manos en la masa.

—Eh...porque....eres....¿Lindo?

Luka se carcajeó sonrojado, sabía que el héroe sólo lo dijo para salir del aprieto pero la respuesta fue graciosa. Chat noir se sonrojó fuertemente al enterarse de lo que había dicho.