Living in a beautiful sin [Gguk Harem]

Capítulo 1

Hola, queridos lectores y lectoras.
Antes de nada quería explicaos que esta historia la llevaremos a cabo entre mi amiga y yo.
Yo tenía esta idea apuntada en notas, como otros de mis proyectos que llevar a cabo, y en un momento esta chica y yo pensamos en escribir algo juntas y debido a que ambas amamos a BTS pues decidimos hacer esto en conjunto.

Espero que os vaya gustando la historia y aquí os dejo el primer capítulo.

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Kim Yoongi se había despertado, como de costumbre, por las voces que estaba dando su único hermano mayor Jin, quien dormía en la habitación contigua a la suya.

El chico de más baja estatura salió de su cuarto para dirigirse al chico de un año mayor que él y quejarse de que siempre tuviera que soportar la misma historia.

— ¿Vas a callarte de una puta vez? —habló el menor deteniéndose frente al marco de la puerta.

Kim Seokjin fijó la vista en su hermano un momento, volviendo a dirigirse a la chica que había dejado su ropa recién planchada sobre su escritorio.

— ¡Te digo que esa mancha no estaba ahí antes de haberla echado a lavar! ¿Es que acaso eres tan inútil que pones la lavadora y en vez de lavar, ensucia?

La chica rubia ya no sabía que más decir a aquel chico rebelde. La intimidaba. Y desde que había llegado a esa casa, las cosas no habían hecho más que empeorar.

¿Por qué seguía aguantando a esos chicos que sólo buscaban pelea todo el tiempo?

Pues la respuesta era muy simple, porque necesitaba el dinero. Y la cantidad que le pagaban era bastante buena. Aunque, la verdad era, que ninguna cantidad de dinero era suficiente para hacer desaparecer todo el desprecio que recibía de aquellos chicos maleducados y sin vergüenza.

Yoongi sonrió sin disimulo al ver cómo la cara de la joven se había descompuesto y estaba a punto de echarse a llorar.

— Mary vete —Volvió a abrir la boca el más pequeño—. Quiero hablar a solas con mi hermano —dijo poniéndose serio de nuevo—. Creo que el pobre está sordo y no se entera de cuando le hablo.

La de cabellos dorados salió corriendo de allí sin que fuese necesario que se lo repitiera. Por una vez en su vida agradecía que Yoongi estuviese allí delante y que le permitiese huir de aquella situación tan incómoda.

El que mantenía sus cabellos de su color natural suspiró pesadamente cuando vio a su hermano adentrarse en su habitación.

— Te he escuchado perfectamente, Yoongi —respondió una vez estuvieron solos—. Si tanto te molesta que nuestros cuartos estén tan cerca, pide a alguno de nuestros otros hermanos que lo intercambien contigo.

— No voy a cambiar de habitación porque a ti no te salga de los cojones respetar las horas de dormir de los demás —Su expresión se había vuelto tan fría como de costumbre mientras miraba a Jin a los ojos—. Así que vengo aquí a decirte que hoy será el último día que venga a quejarme, porque a la próxima que tenga este problema te quemaré el cuarto.

El mayor se rió divertido, restándole importancia a la amenaza del más joven.

— Sí, tú ríete —Sonrió imitando al mayor—. A ver quién ríe el último.

Y dicho aquello el de cabellos azul verdoso salió de allí para volver a sus asuntos.

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Mientras tanto, los dos menores de la familia estaban discutiendo por una prenda de ropa que ambos decían que era de ellos mismos.

— ¿Es que acaso no recuerdas que al final tú decidiste comprarte la otra que viste en la que aparecían muchas cabezas de aliens?