Royal Crush|l.s| ®

Capítulo #26

Louis suele olvidar que Harry es el príncipe de Inglaterra.

Esa es la cosa.

Está acostumbrado a estar rodeado del personal de seguridad de palacio, estos hombres son todos discretos...bueno a excepción de Luke...y realmente no están muy presentes. La mayor parte del tiempo que está con Harry son solo ellos en el departamento de Louis, nada de lujos ni excentricidades y es fácil para él olvidar que Harry no es un chico cualquiera.

En absoluto.

Así que lo que sucede ahora es un poco...raro.

Está de pie sobre un pequeño pedestal, en el centro de la habitación del príncipe, dos sujetos a su lado midiendo sus extremidades, poniendo alfileres de allá para acá y es tan incómodo. Sobre todo cuando uno de ellos separa sus piernas de un manotón y mide entre ellas, luego su parte trasera y aunque no están manoseándolo, Louis puede sentir sus manos rozando su trasero y entrepierna.

Mira a Harry, quien está relajado sentado frente a él en una gran silla color turquesa con detalles en plata, bebiendo una copa de vino y mirando a la nada. Se aclara la garganta para llamar su atención y cuando los verdes cristales se posan en él, habla—Esto no es necesario, Harry. Cuando dijiste que debíamos comprar los trajes, imaginé que iríamos a comprarlos en una tienda, ya confeccionados y que solo me probaría-¡ouch! —se queja cuando un alfiler se inserta en su piel, el hombre se disculpa aunque no haya remordimiento en su mirada, solo concentración—Que solo me probaría unos cuantos hasta encontrar el indicado y...listo.

Harry sonríe, rodando los ojos—Esto es lo que yo llamo comprar un traje, Lou. Son de los mejores sastres en la ciudad y mis favoritos de hecho. No te preocupes, lucirás fantástico.

—No hay duda de eso—mira a los sujetos que parecen estar terminando con lo suyo—Solo que era suficiente para mí ir a comprar uno...realmente comprarlo en una tienda—se encoge de hombros, haciendo una mueca cuando vuelve a ser manoseado. Mueve sus labios sin emitir sonido hacia el rizado—Ayúdame.

El príncipe ríe con gracia, tomando el último sorbo de su copa—Ya están por terminar—dice acercándose—Ya casi tienen tus medidas, ahora decidirás el color y textura.

El ceño del ojiazul se frunce ¿Qué?—Uh. ¿Negro y liso? ¿Estilo James Bond? —dice, inseguro, estas cosas no van con él.

—Seguro, negro a lo James Bond, nadie usara uno así no te preocupes—dice el rizado con sarcasmo—Louis es un traje a medida, de las mejores casas de confección del país ¿En serio quieres uno negro y liso?

—No sé de estas cosas, cielos. Tu elige por mí estoy seguro que lo harás genial. Has usado trajes toda tu vida, yo solo en el baile de promoción de la secundaria y en el funeral de la abuela y fue el mismo traje—luce fuera de lugar y un poco molesto consigo mismo.

Está tratando, de verdad.

Los sujetos terminan con las medidas y sin decir ni una sola palabra salen del lugar, con sus alfileres puestos en la almohadilla en sus muñecas y cintas métricas enredadas en su cuello, no sin antes hacer una pequeña reverencia ante Harry.

—Podemos elegir juntos. Te puedo mostrar qué puedes usar y qué colores o texturas no están permitidas—se acerca ayudando a bajar al castaño del pedestal, pronto un chico vestido de rojo y dorado entra a la habitación lo saca de allí, no sin antes hacer la reverencia a Harry también.

—Está bien, está bien. Ahora dime un poco más sobre la boda, ya me puse nervioso, mientras caminábamos hacia aquí solo escuchaba a todo el mundo yendo y viniendo mientras hablaban de los preparativos y sí he visto bodas reales por televisión pero debes decirme qué hacer—hace puchero, realmente está nervioso—No quiero avergonzarte—habla bajo.