Capítulo #34

514 55 15
                                    


Puede ver como rayos de luz se filtran debajo de sus cortinas, otro día ha llegado para transcurrir lento, justo como el anterior y el anterior a ese. Y como en cada uno de ellos, no ha podido conciliar el sueño por más de cinco horas seguidas.

Cada respiración que da, quema en sus pulmones, oprimen y lo dejan con un hilo de aire que no es suficiente para darle un poco de calma.

¿Cómo podría?

Ha pasado una semana, en la que no ha tenido noticias de Louis, nada. Solo encontraron la furgoneta donde había sido transportado, abandonada en uno de los barrios más peligrosos del país.

No lo dejaban salir del palacio, no le permitían salir de su piso.

Su madre ignoraba sus llamadas y cuando se cruzaban en el piso, ella solo le medio sonreía para irse de nuevo.

No había visto a su padre desde el secuestro, internamente agradecía que así fuera.

Fuera de las puertas de su habitación sabe que hay dos guardias, de los de su padre. No ha visto a ninguno de los chicos, solo ha podido intercambiar mensajes con Devine y con Horan, este último siendo el encargado el un cuartel lejano a la capital. El rey lo tenía allá y no lo dejaba volver aún.

Ríe porque todo es muy irónico, su padre, ese maldito controlaba todo, absolutamente todo.

La puerta es tocada y pronto abierta, ve como su hermana, Isabella entra sigilosamente, enfundada en un largo vestido azul.

Harry la mira hacer todo el recorrido hasta sentarse en su cama, a unos metros de él.

—Si viniste a burlarte, puedes irte—dice abrazándose a sí mismo, no está usando camisa, solo unos pantalones de chandal negros.

Ella lo mira, seria—No es-no no vine a burlarme.

—¿Entonces?

Ella suspira—Yo-uhm lo siento—dice tan bajo que Harry casi no la escucha—Siento que esto esté sucediendo, de verdad.

El chico examina su rostro, buscando la mentira en sus facciones pero no las encuentra.

—Sé como se puede comportar padre a veces—ella muerde la uña de su pulgar—Y toda esta situación es una mierda, completamente.

—Lo es—Harry afirma—Solo no es justo que me mantengan como prisionero aquí cuando él está afuera, quien sabe dónde, pasando por quién sabe qué.

Bella asiente—Espero de verdad que pueda estar sano y salvo—ella trata de animar—Sé que aunque estés aquí, no descansarás hasta dar con él.

El príncipe checa su móvil, no tiene mensajes, ni noticias. Nada.

Tratando de salir de su rutina estos últimos días, se anima a preguntar—¿Cómo estuvo la luna de miel?

La castaña rueda los ojos—No paró de textearle a alguien más en todo el viaje, creo que me está siendo infiel...de hecho creo que lo ha estado haciendo desde hace meses—ella mira a un punto fijo en el piso como atando cabos y a la vez apenada de la situación.

—¿Le has preguntado a él directamente?

—No. Creo que sería demasiado saber que es verdad, ahora solo sospecho, conozco a Zayn, si lo confronto dirá la verdad y no quiero un divorcio tan rápido.

—¿Aun cuando sea cierto? ¿prefieres vivir engañada? —el frunce el ceño porque Bella no puede hablar en serio.

Ella asiente—Tomé mi decisión, me casé sospechando de que se veía con alguien más, debo afrontarlo...vivir-vivir con ello—el rizado se da cuenta de la sombra de tristeza y decepción que se posa en el rostro de su hermana, quien físicamente se parece mucho a él—Es lo que es.

Royal Crush|l.s| ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora