Tsundere [2Jae]

Be-be

Toda la valentía que había reunido durante una semana, desapareció al momento de tener al mayor frente a el. Lo había citado a un salón de clases vacío. Tal escena la vio en un anime y pensó que sería muy romántico confesarse de esa manera.

Jaebum estaba en completo silencio observando al menor inquieto frente a el. No parecía tener intenciones de hablar, pues en ese momento estaba demasiado embobado con su ternura como para darse cuenta de que YoungJae moría de nervios.

En un momento YoungJae por fin se quedó quieto con la vista fija en el suelo. Jaebum decidió hablar.

—Hey... Hace un po-

—¡No digas nada!— se apresuró a responder.— Solo escucha... Yo... Eh, bueno. Es un lindo día.

—Lo es, sí.

—Pero no m-más lindo que... Q-que...

—¿Coco?

—Si, Co... ¡No! Agh, esto es imposible.— Jaebum no entendía para nada lo que estaba pasando y ya estaba cansado de estar tanto tiempo de pie, pero ver al menor nervioso lo valía.— ¿P-puede acercarse Hyung?— No había manera de que Jaebum lograra resistirse a ese puchero, de inmediato se acercó al menor.— Venga, un poco más cerca.— no podía acercarse más, podría morir ahogado.— P-por favor...— otra vez el puchero, YoungJae sabía jugar muy bien sus cartas.— Así está mejor.

El menor tomó el cuello de la camiseta de Jaebum atrayéndolo con fuerza hacia el dejándolo frente a su rostro. Estaba siendo demasiado salvaje, pero era necesario. Cerró sus ojos con fuerza analizando las consecuencias de lo que estaba a punto de hacer. Jaebum solo lo miraba sin siquiera respirar o emitir algún sonido que diera a entender que seguía con vida.

Sin pensarlo más aumentó la fuerza de su agarre en el cuello de la camiseta del mayor y lo atrajo con más fuerza provocando que inevitablemente sus labios terminaran chocando. Las piernas y manos del menor temblaban mientras mantenía sus labios sobre los del mayor. Quiso moverlos, pero este rompió el beso de inmediato, ¿estaba siendo rechazado?

Jaebum estaba completamente rojo, un tomate no era nada al lado de su rostro, además apenas podía respirar. Usó todas sus fuerzas para decirle algo al menor sin causar malos entendidos.

—Y-yo-yo... Yo-young.... YoungJae... Be-be-beso...— fue lo único que logró "modular".