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Capítulo 2:

"Suerte, locura y
una nueva aventura por delante"


Mayo... Junio...

Los meses fueron pasando, dos meses en los que me puse las pilas a empezar a vivir con esfuerzo, y hacer que mis dos personas favoritas en el mundo notaran que seguía viva que aun no era tiempo para llorar ni entristecer.

Esos dos meses que pasaron me sentí bastante cansada, tanto emocional como físicamente, aunque físicamente... Mi cabello empezaba a caer, y por lo que tomé la decisión de tenerlo como casi un corte militar con un poquito de copete. Me gustaba sentirme liviana, pero no como para que el viento me llevase tan rápido.

Vexayda había llorado mucho y no se quería despegar mucho de mi, tenía pánico que me ocurriera algo lejos de ella, el Doctor Jerkins había dicho que no debía hacer grandes esfuerzos físicos, que debía cuidarme con las caídas y solo con la promesa de aquello me dejó salir de aquel hospital.

Me había roto una cosquilla en aquella caída, dos meses me pasé reposando, y en este tercer mes julio pude volver a mis actividades, a trabajar para al menos poderme comer algunos combos de McDonald's, eso era lo único que no me daban ganas de vomitar, luego el resto a pesar lograba digerirlos.

Si bien el Doctor Jerkins aquel de noticificarme mi estado de salud actual, que del cual cada día iba empeorando, me había dicho en confianza con la compañía de Elay que tan solo tenía unos meses de vida, que la quimio cada día sería más alto el costo.

Iba perdiendo mis tantas ganas de vivir, pero al ver que tanto Elay y Vexy se ponían las pilas para acompañarme, no podía rendirme aun. Hacia muy bromas locas, incluso volvía a recordar con ambos mis días juveniles. Compartíamos tiempos juntos, tanto que llegó un tiempo en que les pedí que me dejaran respirar.

En junio, un viernes por la noche, hablé seriamente con ellos, recuerdo haber cancelado mis días en el consultorio solo para ellos. Quienes realmente estaban extrañados por mi actuar.

Elay se encontraba mirándome seriamente buscando alguna respuesta de lo que quería hablar, en mis ojos, pero solo podía sonreírles con mi mejor gala, y decirles que no era para preocupar.

-Bien, Nunchi, dinos de una vez que es lo que quieres -exige Elay serio, cruzado de brazos.

Nunchi, recuerdo que ese era mi apodo para cuando las situaciones se volvían empáticas, misteriores y muy yo...

-Apoyo la moción -dice Vexayda mientras come una pata de pollo- digo... Que también estoy de acuerdo -dice mientras se sonroja un poco.

Me daba risa verla tan entusiasta con la comida, pero eso era de menos, con sus cinco meses de embarazo. Sin poder evitarlo Elay ríe, abrazándola divertida.

-Tranquila mujer, que el pollo no escapará mas -bromea Elay.

Vexayda se sonroja mas, y saca el hueso de su boca y me señala.

-Bien, ya dinos, que tengo hambre -murmura.

-Okey, calma, calma, -sonrío un poco-...el motivo que los he citado hoy es...

Iba a seguir diciendo pero mi móvil suena, y les levanto un dedo en espera, ocasionando que bufen. Contesto la llamada.

-Señorita Riveros, disculpe la tardanza, y por la hora, pero me acabaron de llamar del hospital -dice mi secretaria Florencia.

Ocasionando que frunza el ceño, extrañada.

-¿Que ha ocurrido? -pregunto.
-Me temo que son malas noticias Señorita, no me es fácil decirlo... De verdad lo lamento... Pero sus hermanos Bernando y Alexandra Riveros han tenido un accidente la semana pasada, y... Contactaron con usted, para que... -empieza a decir Florencia.

Último deseo (Crepusculo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora