Último deseo (Crepusculo)

8

Capítulo 8:
"Conociendo la Push"

Desde aquel día en que Bruley había sido sincera con Edward se sentía mas ligera, podía vivir lo que restaba de vida con sus pensamientos asi cuál eran, sin guardarselos.

Ahora ambos se encontraban observando como Rosalie y Emmett se comían, por lo que no pudo evitar comentar.

—Espero que ya hayan comido el kamasutra, es muy recomendable el 69, así se comen mejor, que lastima que no son humanos para comerse con chocolate —dice bromista Bruley.

Ocasionando que ambos la miren divertidos, Emmett sin verguenza acaricia a su pareja frente a ellos, provocando un suave sonrojo muy palido en la joven pelinegra.

—Emmett más educación, cuidado, con mamá lo vea —comenta divertido Edward.

A pesar de no estar tan acostumbrado a estar clases de muestras ni conversaciones, le parecía bastante interesante la chica que tenían como huesped.

—¡Tienes a eddy para practicarlo Ley! No te contengas, esta soltero —dice burlona Rosalie.

Era sorprendente como esa rubia era amigable con esta humana, al parecer el hecho de querer morir y no interesarle ser vampiro, era un hecho respetado por Rosalie.

—Que graciosita salió la rubia.. —gruñe por lo bajo, Bruley.

Ella no era cerrada en mente, ni reacciones, pero en su estado no era bueno esforzarse tanto.
Sin mas con ayuda de Edward, pensó en salir de la casa, era una agradable mañana.

Jasper y Alice habían salido. Ni idea a dónde. Bruley sintió que aquellos dos necesitaban privacidad para comerse. O quizas era frustración por sentirse tentada a aquello que ya no podía tener.

«Malditos pulmones» pensó frustrada.

—Podriamos intentarlo, si tu quisieras Bruley —interrimpe los pensamientos Edward.

Ocasionando que la pelinegra entrecierre sus ojos.

—¿Estás... Muy consciente que mis pulmones no aguantan demasiado verdad? —comenta con naturalidad.

Era cierta que llevaba tiempo sin disfrutar de los placeres de la vida pero no moriría por ello. Tenía una magnífica abstinencia.

— Lo sé, pero podría ser cuidadoso. Recuerda que escucho tu frustración respecto al tema—dice Edward mientras conduce, pero luego frunce el ceño.

—Nambre(no importa) ... Ni al caso. Puedo seguir cuerda con el resto de las maravillas, además, Eddy, ni aunque quisiera, tu ya tienes una pareja para ti, aunque no sepas cuando llegará. Es con ella quién deberás disfrutar. Además... Te veo como... Un hermano mayor, no siento atracción. Pero gracias —dice más luego con un suave esfuerzo darle un beso en la mejilla.—Ahora déjame en el límite de la Push, quiero ver la playa.

Edward para en seco el auto en el límite. Y la mira frígido.

—No me parece buena idea, sabes del tratado, no podré cuidarte, Carlisle se preocupará y...

—Lo sé, ya le avisé, también tengo entendido que ellos me cuidarán. Así que, si me estoy metiendo en la boca del loco, déjame... ¿Qué más podría perder? —dice mientras agarra la mochila.

Sin más sale de la puerta y observa a lo lejos venir un hombre intimidante y moreno.
Bruley suspira y pone su mejor cara. Aunque estaba cada vez más débil y pálida .

—Bruley... No lo consiento —dice terco Edward

—Perdón, pero es mi vida, te avisaré si deseo que me busques, o voy con alguien... —dijo Bruley y camino decidida a conocer la Push.