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Peter corría por la oscuridad de la calle. Cruzó la esquina, y observó las tenues luces de su casa aún encendidas. Sabía que le esperaba una buena bronca de May por llegar tarde.

Entró en la casa, a urtadillas, y comenzó a subir poco a poco las escaleras. Cuando casi iba por la mitad, oyó una tos tras él.

- Peter... ¿De verdad creías que no me daría cuenta de que has entrado?- dijo May en un tono serio.

- Tía May, qué sorpresa...- dijo Peter casi en un murmuro y con una leve sonrisa aterrada.- ¿Has visto esa película de George Clooney que van a estrenar pasado mañana? Tiene muy buena pinta y...

- Peter Parker, no vuelvas a llegar tan tarde sin avisar. Entiendo que estés trabajando, y que tengas novia, pero eso no te excusa de poder llegar a la hora que quieras sin avisar.- respondió tía May con un tono acusador.

- Lo siento, tía May. Me he liado y no me he dado cuenta de la hora. Jameson no quería darme más de...- Peter se calló al ver la cara de su tía.- Aunque tienes razón, soy un mal sobrino. Chico malo. Por favor, no me mates...

- Bueno, de alguna forma tendré que castigarte... Así que... Vete a la cama, sin cenar.- May señaló el cuarto.- Y eso que hoy te había comprado unas pizzas. Bueno, se las daré a los gatitos callejeros.

- Eres un ser cruel, May Parker.- dijo Peter.

- Y tú un chico irresponsable que se ha quedado sin su pizza de peperonni. Buena noches Peter.

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- Así que May te castigó sin cenar... Eres demasiado tonto, Peter Parker.- río la pelirroja.

- Sí, tú ríete. Pero llevo sin comer pizza casi 2 meses. Y ayer fuimos interrumpidos por los lunáticos que andan sueltos por Nueva York.- Peter lanzó una piedra al estanque.

El parque estaba siendo bañado en una cálida luz solar. Los niños jugaban, y las personas hacían ejercicio o simplemente charlaban sentados en bancos.

Mary Jane estaba sentada en el césped, al lado del Peter. Tenía un cabeza apoyada en el hombro del chico, quien la miraba sonriente.

- Deberías cambiar de trabajo, Peter. Es demasiado peligroso ser el fotógrafo exclusivo de Spiderman.

- Sí, pero eso hace que pueda ganar más que cualquier fotógrafo sin contrato. Sé que es peligroso, y sé que no te gusta, pero en cuanto acabe la universidad y consiga un puesto en Horizon Labs lo dejaré. Prometido.- el chico sonrió y le dió un beso en la mejilla.

- Más te vale.- la chica besó los labios de Peter.- Tengo que irme al casting. Deseame suerte, tigre.

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- ¡Lárgate, Parker! ¡Si no me traes más fotos de Spiderman en acción no tenemos nada de qué hablar!- gritó Jameson.

- Pero no es mi culpa que no ocurra nada, Jonah.

- ¡Pues, como ya he dicho, márchate! ¡No tenemos nada de qué hablar!

El chico salió del despacho dando un portazo. Se llevó la mano derecha tapándose los ojos. Respiró hondo, y caminó hasta el ascensor. Una vez llegó allí, oyó una voz de fondo.

- Espera, Peter. ¡Tienes que ver esto!

Peter se giró y observó a Robbie, un hombre de pie oscura y pelo blanco, socio de Jonah y subdirector del Bugle. Era completamente lo contrario a Jonah. Se acercó al chico y dijo:

- Mira esto. El tipo que luchó contra Spidey antes de ayer... no llegó nunca a Ravencroft. Simplemente no llegó a prisión. Si te encargas de investigar esto, podrás vender tu propia exclusiva, y Jonah no tendrá más remedio que pagarte sí o sí.

- G-gracias, señor Robertson. No sé qué decir...

- Llámame Robbie, ¿quieres?- dijo sonriendo.- Y no me las des. Eres de nuestros mejores fotógrafos, si no el mejor. Encárgate de esto, ¿vale?

- C-claro.- dijo el chico entrando en el ascensor.- Hasta mañana.

La puerta se cerró.

«Así que Octopus no llegó a Ravencroft... Bueno, esto es un trabajo para Spidey, y no para Peter Parker. Debo investigar quién es ese Octopus, y cómo es que consiguió escapar antes de llegar. Lo único malo, es que está oscureciendo... Llamaré a tía May para avisarle de que llegaré tarde.»

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- ¿Otto? ¿Sigues ahí? Bien. He mejorado tus tentáculos metálicos, y te he añadido una mejora defensora. Ahora deberías poder contrarrestar a quién sea. Menos a mí, claro está.- Smythe rió.- ¿Cómo te sientes?

- Dolor... Mucho dolor... Jefe.- dijo Octopus, agarrándose la cabeza.- ¿Por qué me hiciste esto...? ¡Devuélveme a mi familia!

- Oh, no despertemos a Octavius. Que se quede Octopus, ¿de acuerdo?- Alistaire golpeó a Otro, dejándole inconsciente.- Tenemos muchas cosas que hacer, compañero. Luego, te daré lo que ansías. La muerte.

The Amazing Spiderman: Tiempos de oscuridad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora