The Amazing Spiderman: Tiempos de oscuridad.

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- Kingpin, creo que debería ver las noticias. Dicen que Spiderman ha sido asesinado por nuestro... amigo.- dijo Jim.

- Excelente. Prepara el maletín con su pago. Y avisa a los científicos de que nuestro material vuelve en breve. Ah, y ya no es necesario que...

Una figura atravesó la ventana del despacho de Fisk. El Duende cayó al suelo, rodó varios metros por la habitación, y comenzó a levantarse mientras escupía sangre. Spiderman entró en el despacho, andando.

- ¡¿Qué significa esto?! ¡Seguri-...!- Spiderman tapó la boca de Kingpin con una red, bloqueó la puerta con varias redes, y miró al Duende.

- Aún sigo en pie, hijo de puta...- dijo él.

Spidey flexionó un poco sus piernas, se colocó en posición de combate, e hizo un gesto para provocar a su adversario. El Duende, furioso, corrió a por él. Comenzó a dar golpes al aire, y Spiderman los esquivaba. Tras unos breves momentos, el simbionte agarró los brazos de su enemigo, apretón lo más que pudo, y lo estampó contra una librería. Tras esto, lanzó varias redes, y tiró con fuerza de ellas. Dejó caer sobre él la pared que estaba tras el Duende.

Kingpin se quitó la red de la boca, frunció el ceño, y atacó al héroe junto con Jim. Spidey esquivó los ataques, se montó en la espalda de Fisk y comenzó a darle puñetazos en la cara. Luego, lanzó una red a Jim, y lo estampó contra Kingpin. Acto seguido, agarró el maletín con el dinero, y se fue.

- Agh... Ese bastardo... ¡Jim! Encierra a este cabronazo en la cárcel. Avisa a la pasma... Tengo que esperar a que Spiderman abandone ese maldito traje negro para poder arrancarle la cabeza...- Kingpin partió el escritorio de un puñetazo.- Y quitate la cara de Jim, sé de una puta vez el camaleón.

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Al día siguiente...

- Peter, despierta, ha llegado un sobre del Bugle. ¡Firmado por J. Jonah. Jameson! ¡Deprisa!- gritó tía May.

Peter se levantó, sobresaltado, y se quitó la manta de encima. Acto seguido, se tocó su costado, buscando la herida de bala. No había ni rastro de ella, ni tan siquiera una cicatriz. Nada.

«¿Lo habré soñado...? Parecía tan real...»

Peter bajó las escaleras, cogió el sobre y lo abrió. La carta decía así:

Para Peter Parker:

Estoy impresionado por las fotos que conseguiste anoche. Iba a darle el puesto fijo a Brock, pero ahora estoy en duda. Dejaré que ambos me sorprendáis con una foto de Spiderman con las manos en la masa.

Y la próxima vez, tráeme las fotos en persona, y no las dejes en el buzón de sugerencias.

Atentamente, J. Jonah. Jameson.

«¿Fotos? ¿Qué fotos?»

Peter metió la mano en el sobre y sacó cuatro fotos de la batalla de la noche anterior. No recordaba nada de eso. Sabía que algo no andaba del todo bien con el simbionte. Había usado su cuerpo para pelear mientras estaba inconsciente.

«Esto es una locura... ¡Es imposible! ¿Cómo pude hacer todo eso y no acordarme? ¡Fue todo real! El disparo, los golpes... ¡Todo! Y por primera vez, no tengo ni el mínimo signo de pelea en toda mi vida... ¡¿Qué me está pasando?!»