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Spiderman atravesó la puerta del bar. Cayó al suelo, herido y cansado, y miró a las personas. Estaban observando al héroe, quién tenía una cuchilla clavada en su hombro.

- Camarero, trae un poco de alcohol aquí... Agh... Mierda.

Peter se levantó, se sentó en la barra, se arrancó la cuchilla y la tiró al suelo. Luego, cogió una botella de Whisky, se lo echó en la herido, y gruñó de dolor. Tras esto, lanzó una red a la herida, y se giró.

El Duende estaba allí dentro mirando con sus ojos rojos al héroe. Empezó a andar poco a poco, acercándose al héroe, mientras decía:

- Creía que eras más fuerte. Parece que has tenido suerte todo este tiempo, ¿eh? Bueno, espero que al menos esté siendo esto entretenido para ti.- dijo el tipo, agarrando la botella y dándole un sorbo.

- Aquí no.- dijo Peter.

- ¿Perdón? ¿Cómo dices?- preguntó riéndose el Duende, quién estaba a su lado, sentado en un taburete.

- Aquí no pelearemos. Hay demasiados civiles. Aquí no.

- Vaya... Bueno, entonces...- el Duende le partió la botella al héroe en la cabeza, quién ni se inmutó. Luego fue a darle un puñetazo, y Spidey interceptó el puño.

- He... dicho... que aquí... ¡No!- el héroe gritó, golpeó la nariz del Duende, partiéndosela, y le dobló el brazo. Luego, lo lanzó fuera del bar, y estrelló su cabeza contra el capó de un coche.

La sangre del tipo manchó el capó. Las gotas emanaban de la nariz del tipo, quién se reía en voz baja.

- ¿De qué te ríes, payaso?- dijo Spidey en tono amenazador.

- Esto no te va, tío. Mírate... No eres así. ¡No eres así!- el Duende se liberó del héroe, y le golpeó en el abdomen. Acto seguido, le agarró del cuello, lo tiró contra un coche, y le pateó la cara varias veces. Spidey se quedó tirado en el suelo, sin decir palabra alguna.

El Duende escupió un poco de sangre al suelo. Miró a su alrededor, buscando su bolsa marrón. La recogió del suelo, cogió varias bombas, y las activó todas. Luego, las tiró contra Spidey, y explotaron, provocando también la explosión del coche. El fuego iluminaba la calle. Las personas huían del lugar. La policía llegó, rodeó el perímetro, y apuntó al Duende.

- ¡Ponga las manos en la cabeza, y coloquese de rodillas! ¡Ahora! ¡Abriremos fuego si no lo hace!- gritó un agente de policía.

El Duende se rió. Lanzó una bomba, explotó un coche, y se acercó a la zona donde estaba Spiderman. Buscó entre el fuego y los cachos destruidos del coche, pero no le encontró. Frunció el ceño, se giró, y recibió un gran golpe en la cara.

De su boca salio un gran chorro de sangre, que fue a parar a una pared. El Duende cayó al suelo aturdido. Miró hacia arriba y vio la silueta negra del héroe agarrando el transportador. Spiderman volvió a levantarlo, y de él goteaba la sangre de su dueño. Cuando iba a golpearle, el Duende sacó una pistola, y disparó al héroe en el costado.

Spidey se quedó quieto. En su cabeza resonaba el disparo. Después, no oyó nada. Dejó caer el transportador a un lado, miró a su costado, y vio el agujero de la bala, del cual brotaba muchísima sangre. El héroe retrocedió un par de pasos y cayó al suelo, inmóvil.

«Voy a morir... Voy a... morir... Tía May... Mary... Jane... Mary... Mary... Gwen... Gwe... MJ...»

El héroe se quedó inconsciente. El Duende se levantó, apoyando una de sus manos en una pared, mientras se reía. Tiró la pistola a un lado, se acercó lentamente al héroe, y comenzó a darle patadas. El simbionte tapó la herida, cerró el agujero en el traje, y tomó el control del cuerpo de Peter, el cual seguía inconsciente.

Agarró la pierna del héroe, se puso en pie, y lo lanzó por los aires, tirándolo hacia el fuego. Tras esto, agarró un coche aparcado cerca de allí, lo levantó, y lo lanzó hacia el enemigo, quién lo esquivó sin problemas.

- ¡Es imposible que puedas estar vivo! ¡¿Cómo puedes...?!- Spiderman le propinó un puñetazo en la mandíbula, e interrumpió al tipo.

El héroe se acercó a él, se crujió la mano derecha, y saltó a por él.

The Amazing Spiderman: Tiempos de oscuridad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora