The Amazing Spiderman: Tiempos de oscuridad.

~ 11 ~

- Jess, ¿has averiguado algo?- dijo el héroe, quién estaba apoyado en una pared con su nuevo traje, mirándose la mano izquierda mientras sujetaba el móvil con la derecha.- Me gustaría saber si debo deshacerme de eso.

- Peter, he descubierto algo más. Verás, este organismo es simbiótico, y...

- Eso ya lo sé, Jess. No me digas cosas obvias.- interrumpió Peter en tono seco.

- Cállate y escucha, idiota. Quería decir que no sólo toma parte del huésped, sino que lo absorbe hasta acabar con él. Y si no está junto a otro organismo...

- Acaba muriendo, ¿no es así?- preguntó Peter cerrando el puño con fuerza.

- Exacto. Creo que esto es algo... nuevo. Algo que no es de este planeta.

Peter se quedó callado. Se bajó la máscara, apagó el teléfono móvil, y lanzó unas redes. Comenzó a balancearse hacia una dirección fija. Industrias Fisk.

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En la azotea del edificio, Fisk anduvo hasta un sillón apoyando su peso en un bastón, con una empuñadura que tenía un diamante, que llevaba en la mano derecha. En la mano izquierda tenía un vaso con ron y cola. El enorme tipo se sentó, contemplando las calles de Nueva York con cara seria. A su lado se encontraba "El Camaleón".

- Camaleón, espero que te hayas ocupado de nuestro amigo. Me fallaste, y espero que no vuelva a pasar. Ve y dile a los guardias que activen el protocolo de emergencias, esos inútiles no sirven para nada.- Fisk dió un sorbo al vaso.- Y asegúrate de que ese Duendecillo me traigo mi dinero. Todo.

- Muy bien, Kingpin.- dijo Camaleón mientras andaba hacia el ascensor.

Kingpin respiró hondo, escuchando el lejano ruido de las calles. Cerró los ojos, y echó la cabeza hacia atrás. Escuchó algo caer al suelo, justo detrás de él. Abrió los ojos, sin mover su cabeza hacia ningún lado, y dijo:

- ¿Qué quieres ahora? ¿Eh? ¿Más dinero? ¿Acabar lo que empezaste quizás?- dijo Fisk con cara seria.

Spiderman se puso delante de él, completamente erguido y con los puños cerrados. Tras esto, dijo:

- Quiero información acerca de este traje, Kingpin. Todo lo que sepas. Escúpelo, ahora.

- ¿Crees que puedes robarme, herirme y humillarme delante de mis subordinados, y que después te daré toda la información que quieras? Esto no funciona así, Spiderman.- dijo Fisk dándole otro sorbo al vaso.

Spidey golpeó la mano del gordo, tirándole el vaso al suelo. Se acercó a él, y lo miró fijamente sin decir nada.

- Hijo de... ¡Bah! Adelante, golpea todo lo que quieras. No diré nada.

- Cuento con ello.- Spidey golpeó a Fisk con su puño izquierdo. Luego, le golpeó con el derecho en la mandíbula. Fisk escupió un poco de sangre.

- Eres un puto bastardo... ¿Qué coño quieres de mí?- gritó Kingpin.

- Ya te lo he dicho. Información.

- Está bien, ¡tú ganas! Eso que llevas proviene de un fragmento de meteorito que cayó en la zona de Nueva Jersey. Mandé a mis científicos y a un grupo de mercenarios a traerme ese fragmento. Quería un arma totalmente nueva, mejor incluso que el acero. Y encontraron eso. Le llamamos "simbionte". Tiene características singulares, potencia al máximo las capacidades del individuo que lo porta, pero también consume su energía y devora a sus huéspedes muy poco a poco. Eso que llevas, eso que me robaste... Te matará cualquier día.- dijo Kingpin sonriendo.

Peter miró sus manos. Cerró los puños, gritó algo, y golpeó el rostro se Kingpin de nuevo, quién quedó inconsciente. Luego, lanzó un par de redes y volvió a casa, sin decir ni pensar en nada.

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Peter entró por la ventana de su cuarto, se quitó la máscara y la lanzó dentro del armario. Después, se quitó la parte superior del traje y lo tiró contra una pared. Se sentó en el suelo, pateando el maletín de su padre. Se quedó callado con un enfado enorme. Miró bajó su cama y vio otro maletín negro. Lo cogió, lo abrió y vio que había cerca de 50.000 dólares.

«Jo, Parker... ¿De dónde has sacado tanta pasta...?»