Obsesión: El Inició. (Sterek) [[BORRADOR]]

Capítulo 1.

Pov. Stiles.

Liam dormía plácidamente a mí lado. Nuevamente lo molestaba con mis cosas, estaba atormentado su vida con la mía que no era para nada normal. Me levanto con cuidado de la cama improvisada que siempre hacíamos en estás ocaciones. Sus padres no estaban en casa así que había sido mucho más fáciles que las otras veces. Pero, no podíamos seguir así por siempre. Yo no podía seguir con esta vida.

Veo la hora en mí móvil, solo quedaba media hora para poder volver a casa. Me levanté y busque mis cosas, fui hasta el lavado y me arregle un poco. Al salir Liam está sentado en la cama mirando su móvil. Al verme sonríe, arreglo todo dejando en su lugar cada cosa. Me despido y salgo de su casa. Mientras caminaba acomode mis lentes, el poco dormir no me ayudaba en nada. Si tenía suerte mí padre ya no se encontraría en casa y luego de limpiar podría dormir unas horas. Por suerte solo tenía clases en la tarde. Luego tendría que hacer las compras antes que mí padre se gastará todo en sus cosas. Tenía que tener mucho cuidado de cada cosa. La última vez el se había enojado mucho.

Mí madre falleció al tenerme, mí padre por tan fuerte noticia quedó en shock un tiempo. Por eso mí tía se hizo cargo de mi, a mí padre lo veía cada mes cuando estaba sobrio, en esas ocaciones podía decir que mí padre era una persona gentil, pero... Cuando cumplí los 6 años mí tía falleció y mí padre se hizo cargo de mí nuevamente. Fue ahí cuando lo conocí de verdad, era un hombre muy diferente al que veía por mes. Todos los días llegaba con algunos tragos de más, solo asistía dos veces a la semana a su trabajo, después de un tiempo le detectaron depresión postraumático y lo derivaron a psiquiatría. Por sus años se le dio una pensión por discapacidad. No era mucho pero lo suficiente si se quería. Hoy en día con mis 16 años, intento ser un buen hijo, hago todo lo que puedo, pero para el no es suficiente. Quizás sea verdad lo que dice, no sirvo para nada y el que todos se hayan ido es sólo mí culpa. Las desgracia había llegado conmigo y se iría el día que por fin dijera vasta. Que desapareciera de este mundo. No quería pensar en eso, pero no era fácil. Vivir con miedo, con culpas y son muchas razones para seguir era muy difícil. Además... Hacía unos años acepte mí orientación sexual. Era gay, cosa que a mí padre no podía decirle. No tenía el valor de enfrentarlo con algo así. Me enamore de alguien muy inalcanzable y realmente no tenia esperanzas de que alguien como el me quiciera pero mantener este bello amor en mí interior era algo que me mantenía algo cuerpo.

Una vez en casa, vi que todo estaba desordenado nuevamente. Botellas y colillas de cigarro por todo el piso decían mucho, también el horrible aspecto de los muebles. Mí padre había traído gente nuevamente, y al parecer casi destrozan la casa. Reviso todo el lugar y no hay rastros de el. Se había ido nuevamente. Quizás volveria en la noche. Subo hasta el segundo piso, mí habitación era la única con la puerta cerrada. El nunca entraba allí, ni aunque estuviera abierta. No sabía el porque o quizás lo ignoraba. Ni cuando era un pequeño el fue capas de ir allí. Siempre se mantuvo en la entrada, gritando me o llamándome para alguna tarea. Muchos se preguntan cómo puedo aguantar esto. Como soy capas de vivir con un hombre así, con un padre de este tipo. Liam es uno de eso, se preocupa mucho pero no puedo negar a la única familia que me queda. Es el único ser que no me a dejado después de todo. Me dirán loco, pero aún así ese hombre me dio la vida. Y aunque fuera lo que fuera. Siempre me permitió elegir algunas cosas quizás para lo latenerme todo el día allí o tener algún beneficio futuro. Estoy estudiando arduamente para que tengamos un futuro mejor, quizá así mí padre pueda curarse de ero y volver a quien era en un pasado tan lejano. Solo me quedaba dos años para terminar el secundario, después de allí la universidad sería fácil, un buen empleo y después la paz que tanto necesitábamos.

Estaba por recostarme cuando el móvil suena con intensidad. Al fijarme vi unos cuantos mensajes de mí padre, eran confusos y sin sentidos. Estaría buscándome nuevamente. Esto decía que pronto vendría. Corrí a ordenar todo, tenía que dejar todo en perfecto orden y eliminar este horrible aroma. Recogí las botellas y paquetes de comidas que había, limpie el suelo con un trapo, las mesas, las sillas, los muebles en si. Ordene todo, la cocina la deje como nueva. Los baños relucían de limpio. Deje todo en unas grandes bolsas afuera de la casa. El basurero no tardaría. Con una cocina impecable me dispuse a hacer un poco de wafles y jugos de naranja, por lo menos aún había quedado lo que deje guardado hace unos días. Deje todo en un taper, el jugo quedó en la pequeña jarra que teníamos. Rebusque entre los rincones el dinero que había quedado, luego lo junte con lo de mí trabajo y salí a hacer el mandando. Reponeria todo, así que tenía que ver bien los precios. En el vecindario mucho le conocen pero pocos me saludan. Nunca entendí eso, será porque no soportan a mí padre o solo no saben cómo hablar con alguien como yo. Me ponen nerviosos así que camino con más prisas. Mis lentes se caen constante demente sobre mí nariz, los acomodo y continuo. Mí pelo alisado a un lado de forma correcta y mí ropa alejado de lo llamativo o a la moda dejaban mucho que ver.