Pov. Stiles.
El bullicio del aula era lo peor, no dejaba lugar a concentrase ni tampoco daba lugar a la voz del profesor. Eso me irritaba, pero quién era para decir algo. Solo era un fantasma con buenas notas. Apenas y si algunos sabían mí nombre, esos clásicos que te piden los deberes cada semana. A pesar de eso, no eran malos con migo, por lo menos me sentía reconocido. Se sentía bien esa sensación. De necesitado, visto por alguien más...
Me encontraba sentado al frente de todo, viendo fijamente al profesor explicar. Pronto terminaría la hora y ya otro día escolar quedaría en el pasado. Liam está a mí lado, por lo menos el me acompañaba en esos momentos. Aunque me costará mucho el como, el seguía a mí lado año tras año. Quizás algo distante en ocaciones, pero prestándome su hombro a pesar de todo. Admiraba al amigo que la vida me dio.
Sin darme cuenta la hora había llegado a su fin, Liam me saludo y se fue primero. Yo antes de volver a casa, caminaría hasta las canchas. Quería pasar un tiempo conmigo mismo y alguien muy especial. Solo faltaba media hora para olvidar mí vida y disfrutar mis escasos momentos de gloria. Mientras recorro los salones veo a muchos chicos y chicas salir con sus amigos, sus novias, novios en algunos casos. Pero, el único ser más solitario y envuelto en problemas parecía ser que solo era yo. El día era muy lindo, el atardecer era son duda el mejor desde aquel lugar. Al salir por las puertas traseras, veo a lo lejos que Liam va hablando por su móvil. Tomo el camino contrario, yendo a las canchas. No tardó mucho en llegar. Me acomodo en mí sitio, pronto sería la hora. Me agradaba si puntualidad. Tome mí bolígrafo, un chocolate que tenía guardado y mí fiel libreta. Termino mí chocolate y comienzo.
Unos finos trazos, rebordes, movimientos suaves de muñecas iban bien, se sentía muy bien... El método exacto para plasmarlo en mí sueños, en mis temblorosas manos. Mí imaginación vuela, mí corazón se agita, se emociona con solo tenerlo plasmado en simples hojas de papel. Devuelvo la mirada a la cancha y más que nada a esa persona que corre alrededor. Cada movimientos, el cordinado campo invisible a su alrededor, lo hace ver como un ser tan inigualable, su presencia fuerte y perspicaz. Sin duda era un ser de otro mundo. Su cabello no se mueve en ningún momento, si respiración acompasada, la transpiración recorriendo su cuerpo, su pecho subiendo y bajando, sus fuertes músculos pidiendo a gritos que los vean. Ese hombre, no dejaba de dar a entender que todo lo podía lograr...
—Hey, pero miren quien está aquí. -una chaqueta se estampa contra mí espalda, me dolió. Al ver, noto que es Jordan Parrish el nuevo secretario del director. Aunque fuera mayor, no se comportaba como tal. Sin que se de cuenta guardo mis cosas. Sin mucho éxito no logro escaparme. Odiaba a este sujeto, en realidad no podía entender sus intensiones. Además, por lo que había oído lo despidieron por andar con una alumna hace un tiempo. Pero lo contrataron nuevamente, no me agradaba para nada. —Tanto tiempo Stiles... ¿Cómo has estado? -posa su mano en mí hombro mientras que la otra a mí mentón. Ven, esta clase de cosas no me agradaban de este sujeto. Me aparto.
—Todo muy bien señor. Ya me iba, hasta luego. -cuando me estoy yendo, toma mí brazo reteniendo me. —¿Qué cree que hace? -pregunte algo asustado. No me gustaba como su mano subía por mí brazo...—Por favor... -me muevo rápido y me alejo. —Es asqueroso. -me mira con una sonrisa.
—Y tú te ves muy sabroso, pequeño Stiles... -un escalofrío me recorre. Sin darle más atención me retiro, quería correr lo más lejos de allí y ese sujeto. Este mundo estaba cada vez más loco. O quizás yo era el único maldito en este mundo del que no puedo escapar.
Al volver en mí, no estoy lejos de casa. Quizás mí padre no haya llegado aún o si está espero esté dormiendo. Solo quería llegar y tirarme en mí cama a dormir. Me descontaría de todo así sin más. Además tenía que mantenerme calmo para la semana entrante. Empezaría a darle clases a unas niñas de tercer grado. Tenía un poco de miedo pero sé que saldría todo bien. Además, mí dinero se estaba acabando necesitaba un empleo pronto. Liam me recomendó a las amigas de si madre y ellas encantadas me contrataron, quizás su madre dijo muchas maravillas. Adoraba a esa mujer. Tenía que mantener la cabeza fría así no cometía errores con mí nuevo empleo.
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Obsesión: El Inició. (Sterek) [[BORRADOR]]
FanficNadie está preparado para la vida que os toca, nunca a pasado algo parecido. Siempre terminamos en el mundo a pelear con todas nuestras fuerzas, a descubrir quienes somos realmente. Porqué llegamos a tal lugar y cuál será nuestro camino. Aunque, las...