10. Emoción hormonal

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-¡Jace dice que serán más de uno! -Alec se notaba feliz después de la reacción de su hermana y su parabatai.

Magnus no podía evitar sonreír al notarlo. Ver feliz a su cazador de sombras era lo que más le gustaba y más ahora que, por algún milagro, estaba embarazado. Quería sólo felicidad y tranquilidad para él. Y ser aceptado por una parte de su familia le dio eso. Todavía faltaban sus padres y el resto del mundo, pero los más importantes para ellos ya lo sabían.

Magnus estaba ya recostado en su cama, vistiendo sólo ropa interior, nada de ropa llamativa, sin maquillaje, que era como Alec amaba verlo, sin máscaras, con el brillo natural de sus ojos verde dorado. Desnudando su alma completamente para él, como no hacía con el resto.

Alec estaba demasiado emocionado para dormir, después de hablar con su parabatai. Magnus giró para mirarlo y empezó a acariciar sobre su vientre, deteniendo los saltitos que su cazador estaba dando.

-¿Y tú le crees, mi amor? Tu parabatai está un poco mal. Creía que estaba embarazado también...

Alec se encogió de hombros, poniendo sus manos sobre la de Magnus en su vientre. -No me importaría compartir síntomas con alguien. Sobre todo los malos.

Magnus hizo un puchero. -Yo puedo hacerlo. Eres mi novio, el padre de mis hijos...

Alec sonrió ante eso, desconcertando a Magnus.

-¿Qué?

-Eso suena hermoso -la sonrisa de Alec era enorme-. Padre de mis hijos. ¿Alguna vez lo creíste posible? Tú y yo, teniendo hijos, una familia.

Magnus sonrió también. -Pudimos haber adoptado. Los habría querido igual.

-Sí, ¡lo sé! -Alec casi gritaba, emocionado-, yo también. Pero ahora serán algo tuyo y mío en más de un sentido. Te amo tanto, Magnus.

La respuesta de Magnus murió cuando Alec se abalanzó sobre él, derribándolo y atrapando sus labios en un beso.

Y luego, tan pronto como había llegado, se movió de nuevo a su lugar y siguió hablando como si nada de eso hubiera sucedido: -Entonces, Jace ha soñado con dos niños y una niña... Y Catarina y tú creen que podrían ser más de uno...

-El teñido podría soñar diez bebés y eso no lo hace real, Alexander. Ni siquiera sabemos si sus sueños tienen relación...

Alec ya estaba haciendo un puchero. -Pero imagina, dos niños con tus ojos de gato, con tu piel, y una nena, puedo imaginarte consintiéndola y vistiéndola con colores brillantes.

Magnus podía imaginarlo también. Aunque en su imaginación se parecerían a Alec y no a él.

-Ya veremos, mi amor, sean uno, dos, tres, o los que fueran, van a ser muy amados. Ahora deberías dormir, tú debes descansar más que antes.

Alec empezó a refunfuñar que "No estoy enfermo y no estoy cansado", pero sus quejas murieron cuando Magnus lo arrastró un poco sobre él y lo envolvió en sus brazos, cansado o no siempre dormía mejor así, esos brazos eran su hogar y ahí siempre estaría cómodo y seguro.

Mientras tanto, Magnus se quedó despierto, sintiendo el latido tranquilo de Alec, y recordando las palabras de Catarina: ¿Cómo afectará este embarazo a Alec, no sólo físicamente?




CONTINUARÁ...

¿Cómo creen que podría afectar a Alec, además de lo obvio? ¿algo bueno o malo?

Hermoso accidente (Malec Mpreg)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora