Capítulo 2

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El resto del día pusimos en marcha el plan para lograr la misión que nos habían encomendado. Hablamos con Chloe, Luis y Alejandro. Era una agencia pequeña, por lo que no sería tan difícil terminar con eso en un rato.

A la hora de salida, Ash se ofreció para llevarme a casa. Fue corto el camino, ya que con él todo es más divertido. Una vez allá, lo invité a entrar.

- Espérame ¿si? Iré a cambiar mi ropa. Sabes que estás en tu casa, sabes dónde está la comida y todo eso. Ya vuelvo. –le di un beso en la mejilla y subí las escaleras.

Missy me estaba esperando sobre la cama.- Pequeña, te extrañé –la abracé. Ella solo me miró. Luego de eso, cambié mi ropa y fui al baño. Me lavé el rostro, y al mirarme al espejo, noté que detrás de mí había alguien a quien yo no conocía. Desesperada, grité, a lo que Ash llegó corriendo a mi lado.

- ¿Qué sucede Emma? ¿Estás bien? ¡Responde! –me tomó  de los hombros. No podía emitir palabra alguna. Sólo apunté el espejo.- pequeña, tranquila, yo estoy aquí. –besó mi cabeza mientras me abrazaba.

Una vez abajo, y más calmada, tuve el valor para decirle a mi amigo lo que había visto. No supo cómo reaccionar, y era lógico. No todos los días ves personas en tu casa que desaparecen a los 3 segundos frente a ti.

- ¿Co..Como era físicamente?

- Alto, un poco más alto que yo. Rubio, delgado. Ojos azules y piel clara.

- Es raro ah - dijo relajándose. Nunca había visto a Ash de esa manera. – Bueno peque, debo irme. Calum no llegará esta noche y debo cuidar el departamento. Te quiero y cualquier cosa, sólo llámame.- asentí.

- ¡También te quiero! –grité desde la puerta.

Sola. Me había quedado sola en aquel lugar. Encendí la radio y las luces. Comí algo y luego subí a mi cuarto. Tenía miedo. ¿Qué haría yo si vuelve a aparecer así de la nada? Probablemente, volvería a gritar. Este pensamiento me hizo reír. Cerré mis ojos por unos segundos, tratando de relajarme. Cuando los abrí, grande fue mi sorpresa al verlo justo ahí, mirándome con cara de arrepentimiento. Iba a gritar cuando me interrumpió.

- No grites, ¿sí? Escucha, quería disculparme por lo sucedido hace un rato. No debí aparecer en ese momento, pero quería que me vieras.

- ¿Q…Quién eres? –pregunté asustada, aunque eso no impidió que me levantara y quedara frente a él.

- Soy Luke, Luke Hemmings. No creo que me conozcas. Viví en este lugar mucho tiempo antes que tú aparecieras. –me miró y esbozó una sonrisa tímida.- Si quieres puedo contarte todo. Sólo te pido que no me tengas miedo y…

- ¿Cómo lograste entrar? –grité. Temblaba, y no de frío.

- Verás…-se sentó en mi cama.- no tuve necesidad de entrar. Siempre he estado aquí… ¿Recuerdas que la noche anterior, la televisión estaba encendida? Pues bien, era yo quien la estaba usando.

- Oséa que tú…. –llevé mis manos a mi rostro y cubrí mi boca.- ¿tú eres esa presencia que sentí? –asintió. Lo miré y las lágrimas cayeron por mi rostro.

- No me tengas miedo, no soy malo. Sólo escúchame ¿si? –asentí. - Hace muchos años, mi familia vivía en este mismo lugar. De hecho, esta casa fue construida por mi padre. Yo tenía todo para ser feliz: tenía una novia hermosa, estudiaba medicina, mi familia me apoyaba… pero eso no me hacía sentir vivo. Estaba pasando por una etapa de mi vida en que cualquier crítica me hacía retroceder. Depresión, angustia, estrés. Todo eso, me hizo llevar a cometer esta locura. –hizo un gesto con sus manos- No he podido encontrar el camino para dejar este mundo. Y no lo quiero hacer. Tengo miedo de que todo quede atrás. –Mis lágrimas caían sin cesar. Él me miró y luego bajo la vista. Sus manos estaban en su rostro. Estaba llorando. Vacilé. No sabía si acercarme o no. O si lo podría abrazar o algo. Sin pensarlo mucho me acerqué y puse con cuidado una mano sobre su hombro.

- Tranquilo –logré musitar. – Si no estás listo, no tienes que hacerlo. – Lo tomé de la barbilla y lo obligué a mirarme. Por un segundo me perdí en esa mirada tan hermosa. Él sonrió y tomó mi mano entre las suyas.

- No tienes que obligarte a esto. Sólo estoy buscando a alguien que quiera compartir su amistad conmigo. Han sido años de búsqueda, y todos huyen.

- Pero yo no lo haré. –Le dije. Ni yo podía creer las palabras que salían de mi boca. ¿Yo? ¿Amiga de un “fantasma”?. – Es cierto que esto es algo muy descabellado para mí. Pero quiero asegurarme que lo que me dices es cierto.

- No hay problema. - se levantó.-  Cuenta hasta 3 y observa

- Okey. Uno…Dos…Tres. –Y desapareció frente a mis ojos.- Okey! okey! Aparece ya! –le ordené. Se sentó a mi lado.- Si quieres ser mi amigo, sólo pondré una condición: No aparezcas de la nada como lo hiciste esta tarde, o me matarás de un paro cardiaco! –Sólo sonrió. Y su sonrisa es el tipo de sonrisa que causa algo en las personas, despierta un sentimiento de curiosidad e interés en quien la observa.

Después de conversar un poco más, le pedí que se marchara. Debía descansar, aunque ya era fin de semana. Quedamos en que volvería al día siguiente, para conocernos más. “No podré contarle esto a Ash, nunca me creería.” Musité para mis adentros antes de caer en los brazos de Morfeo. 

Ghost Of You << Luke Hemmings&Calum Hood>> (no terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora