Capitulo X.

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Años atrás...

Serena:
Lita, has visto a Urano?. Necesito pedirle algo.
Lita:
No majestad, pero si puedo servir en algo puede pedirme lo que sea.

Serena: Cuántas veces tengo que decirte que me llames Serena, somos amigas o no?. Y respecto a Urano, porfavor cuando la veas dile que quiero hablar con ella es muy importante.

Los ojos de Serena reflejaban angustia y desesperación, Lita pudo percatarse de eso.

Lita: Serena todo está bien?.

Serena: Claro Lita, no te preocupes.
Lita: Serena somos amigas o no?
Claro Lita,no lo dudes- Reafirmaba Serena.
Lita: Entonces porque no confías en mí.
Serena: Lita, no es eso. Lo que pasa es que..... Acompáñame no quiero que nos escuchen.

Ambas caminaron por el pasillo principal del palacio, se dirigieron a la oficina principal Lita ya la conocía era sumamente grande, como cualquier otra oficina. Pero Serena colocó su mano sobre una estatuilla de porcelana de la luna llena. En esos instantes desaparecio una de las paredes dando entrada a un cuarto asombrosos. Serena fue la primera en pasar, cediendo el paso a Lita, esta última al ingresar no pudo evitar su cara de asombro.
Al estar ambas dentro, aquella pared volvió a aparecer.

Lita: Serena, donde estamos? Que es este lugar? No tenía conocimiento de el.
Serena: Hay Lita, si no lo conocías es porque nadie sabe de su existencia. Es mi lugar secreto, mi pedacito de universo.

Aquel lugar era mágico, el techo estaba cubierto por simulaciones de semillas estelares, en el centro había una media luna brillante.
Las paredes eran del color del anochecer, sin embargo no había oscuridad.
Había fotografías, de cada Sailor pero en esas fotografías no estaban transformadas simplemente eran ellas en su forma humana todas sonreían y se veían felices. Había también fotos de su familia terrenal, aquella a la cual Serena Tsukino había renunciado también.

En un lugar especial se encontraban la tiara y la copa lunar, al lado de sus cetros.

Serena: No has cocinado últimamente verdad, Lita?
Lita: Pues, no de hecho no. Hace mucho dejé de hacerlo- respondía una Lita contrariada por aquella interrogante.
Serena: Y porque lo hacías Lita, me refiero a porque cocinabas?
Lita: Porque me gustaba hacerlo, Serena. Amaba ver los rostros felices de las personas al probar mi comida y el saber que yo ocasionaba esa sonrisa me hacía feliz.
Y si se hacía feliz porque dejaste de hacerlo Lita- respondía Serena.
Lita: Tu sabes que como guardianas tenemos muchas responsabilidades, tenemos cuestiones que atender y no hay tiempo para muchas cosas. - decía mientras su mirada se entristecia un poco, había olvidado ese sueño desde hace mucho.
Serena: Te imaginas Lita, si cada una hubiéramos podido tomar las decisiones que mejor nos parecieran, sin preocuparnos por un futuro que nos dijeron ya estaba marcado.
Sabes no me quejo, he tenido una vida cómoda, mi hija es el ser más maravilloso. Tengo una relación cordial con Endymion, las tengo a ustedes qué son como mis hermanas.

Pero aún con todo eso, siento un vacío que al parecer no puede ser cubierto.

Me preguntó aveces, que hubiera pasado si yo hubiera sido más valiente en aceptar mis sentimientos por aquella estrella fugaz- decía esto mientras tomaba una fotografía de un lugar especial entre todos, era Seiya Kou.

Lita: Serena...

Lita sabía al igual que todas las Scouts que Serena sentía un cariño muy grande por Seiya, y que pese a la gran perfección de su matrimonio las cosas no eran tan maravillosas como aparentaban. Un Rey distante, una Reina solitaria.
Serena no era ni sombra de aquella niña de coletas raras que una vez fue, que aunque era desesperante siempre sonreia de una manera maravillosa y lograba contagiar a todos. Esta Serena sonreia por mera formalidad, su mirada ya no tenía aquel brillo que la caracterizaba.
Era cierto amaba a su hija, pero la realidad es que muchas veces envío a Chibiusa al pasado para evitar que la pequeña se convirtiera en una sombra más dentro del palacio.

Serena: sabes busco a Urano, para que se dirija a Kinmoku. Solo quiero que me aseguren que está bien, solo eso me basta y seguiré con este destino- una lágrima traicionera recorria la mejilla de la Reina.

Lita: Serena, tu lo amas?.
Serena: Más que a nadie, mi relación con Endymion es más como quien trata asuntos de negocios, formalidad y cordialidad. Pero la magia, el amor y el deseo hace mucho se esfumó, desde antes que apareciera Seiya en mi vida supongo.
Desde que Chibiusa fue concebida, nunca más hemos tenido intimidad, supongo que solo buscábamos cumplir con aquel futuro que se nos mostró y nos fuimos perdiendo.

Lita: Pero Serena, tú le lloraste cuando Galaxia lo elimino, cuando creías que te había olvidado. Rechazaste a Seiya, lo dejaste ir.

Serena: sabes Lita yo conocí a mi pequeña hija, antes de tiempo. No podía si quiera imaginar en que no existiera, no después de abrazarla, reír con ella, amarla. No podía imponer mis deseos por encima de mi hija.
Si bien es cierto que llore por Darién fue más por el terror que me causaba el no saber que iba a suceder. Me acostumbré simplemente a tener ese manual que me daba los pasos a seguir para poder cumplir con aquel destino.
Yo me casaría con Darién, seríamos Reyes, conseguiríamos Tokio de cristal y tendríamos a Chibiusa.
No podía ser tan egoísta.
Lita: y ahora quieres ir con Seiya?.
Serena: No precisamente, he tenido sueños que me perturban solo deseo saber que está bien, solo eso me bastará para poder seguir con este destino- una lágrima traicionera caía por la mejilla de la Reina.

Lita: y porque no vas tú misma?, Le dará mucho gusto verte, le harías muy feliz.

No puedo, no sería capaz. Temo que no sea capaz de seguir firme en mi decisión.- Decía Serena- además yo no podría lastimar a Chibiusa, no puedo fallarles a ustedes por mi egoísmo.

Serena, disculpa que te lo diga, pero con esta farsa estás dañando a quien menos quieres dañar- Lita mencionaba esto y caminaba para estar frente a Serena- estás dañando a Chibiusa al no brindarle un hogar lleno de amor, estás dañandonos a nosotras por no ser completamente tu, nos duele verte así, estás dañando a Seiya y creo que no se lo merece.- dijo finalmente Lita.

Serena: Quizá ya tenga a alguien, tal ves ya se olvidó de mi.
Lita: Bromeas? Se de buena fuente que aún sigue extrañandote, y se que está muy mal por tu recuerdo. Vamos si no quieres ir, mínimo envíale una carta y expresale tu sentir.
Serena: crees que sea correcto?.
Lita: Ya te has sacrificado por todos, estoy segura que es lo correcto.
Vamos entonces, quiero escribir cuanto antes, dile a Urano que es urgente verla- decía la reina mientras de dirigía a su habitación..

Una vez que la carta fue terminada, Serena busco a Urano, quien sería la que entregará aquella carta.

Serena: Urano, que bueno verte.
Urano: Hola preciosa, me imagino que quieres que salga hacia Kinmoku.
Como lo sabes- decía la rubia mientras se sonrojaba.
Urano: Jaja Creo que de hecho te tardaste mucho, en buscar a la estrellita.
Serena: Por favor asegúrate de entregarlo en sus manos.
Así será- Urano recibía un paquete en sus manos- Bueno nos vemos cabeza de bombón- la Sailor del aire abrazo a su Reina mientras le daba un beso en la mejilla casi rosando sus labios- Que suerte tiene esa estrella presumida, hasta pronto.

Neptune, quien daba una ronda por el palacio se percató de esta última escena.
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Actualidad

Serena: Seiya, donde estas?...

Mencionaba la reina de Tokio aún encadenada, en aquel oscuro lugar..

Se apaga una estrella.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora