Capítulo 2

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Me levanté temprano o mejor dicho apenas pude dormir. Carlos no es de levantarse temprano su temprano son las nueve de la mañana. Me sorprendió al entrar en mi cuarto en plena madrugada cargado de su maletín de belleza. Ya me arreglo el pelo y ahora va por el maquillaje. Detiene sus pinceladas para mirarme fijamente.

- Hermanita. Relájate, todo va a salir bien.

- Estoy bien.

- Tu sudor arruina mi trabajo.

- Lo siento, no puedo evitarlo es mi primera entrevista de trabajo.

- Lo sé, por eso resalto tu belleza es mi forma de ayudarte para que tengas una mayor confianza en ti misma. La primera impresión puede ser muy determinante.

- Gracias.

- De nada. Te va a ir bien eres muy talentosa. Tus fotografías te transportan.

- No buscan precisamente arte, sino eficiencia, rapidez y precisión. Algo de calidad en el menor tiempo posible.

- Esas palabras se adaptan muy bien a ti. – Me sonríe cariñosamente. – Además, si no te aprecian tu talento van a saber de mí.

- Preferiría que no tuvieras que intervenir.

- Veremos que pasa. Ahora relájate y déjame terminar mi obra de arte.

No permitió que me viera ni una sola vez hasta que finalmente termino. Al verme en el espejo casi no me reconocí. Temía que exagerará con el maquillaje. Cada vez que me maquilla es para salir a bailar y exagera con el brillo, pero ahora parezco toda una profesional. vestido azul me queda perfecto a mi piel criolla y mis curvas trabajadas se adhieren al vestido. Mi cabello es lacio, largo y marrón oscuro está recogido en un moño alto y los tacones negros me hacen ver más alta. Gracias a Dios, porque solo mido 5.2, cuando menos me hacen 2 ó 3 pulgada más alta.

- Impresionante. Tenías razón me siento mucho más confiada ahora. Gracias.

- De nada hermanita. - Me mira con orgullo. - Bueno ahora recoge tus cosas y ponte en marcha antes de que se te haga tarde. No quiero que te agarren las prisas y arruines mi trabajo.

- Vale, mil gracias hermano.

- Mucho éxito. - Me da un me gusta con la mano.

Para no permitir que los nervios se vuelvan apoderar de mí canto a todo pulmón. Funciono muy bien hasta que llegue a la imponente empresa. Antes de bajarme cierro los ojos y respiro profundo. Me concentro en los mejores momentos con la cámara, como me hace sentir y todo lo que puedo crear con ella. Eso me recuerda que amo lo que hago y me da un buen impulso de confianza. La bajar del auto me siento poderosa y confiada. Camino con paso firme y la frente muy en alto. Los nervios siguen ahí, pero son menos fuertes. Claro hasta que me senté a esperar, ya que llegué antes.

-Señorita López, puede pasar. – Me indica la señora Rivera.

Respiro profundo y camino segura hasta la puerta. Abro y me acerco a al escritorio mientras me presento.

- Buenos días señorita González.

- Buenos días. Siéntese por favor señora... - levanta una libreta para leer – Miranda Guzmán.

- No, soy Amy López Cruz la fotógrafa.

- Llega antes.

- Mejor a tiempo que tarde.

- Bien dicho. – Llama por teléfono. – Rivera si Miranda Guzmán aparase despáchala aquí no toleramos la impuntualidad. – Cuelga y pone toda su atención en mí. Cielos, está mujer tiene una mirada de cazador a punto de devorar a su presa y tal parece que esa tal Miranda solo fue un bocadillo. – Ahora sí.

Mi Prometido Gay [Libro #1](Completa Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora