Mi celular suena, me acomodo los audífonos y contesto.
- Buenas noches dígame. - Saludo formal, ya que no sé quién es.
- ¿Se puede saber dónde está la señorita? - Pregunta un Carlos muy molesto. Me toco la frente por la brutalidad de no decirle lo que paso. Antes de que puede explicarle me vuelve a hablar. - Te estoy esperando para ir al gimnasio desde hace rato.
- Lo siento, pero no voy a poder ir tuve una emergencia canina.
- ¿Cómo que una emergencia canina? No me digas que te mordió un perro y estas en el hospital, porque el perro tenía rabia y están a punto de amputarte el pie. Tendré que cómprate una buena silla de ruedas y ... - Lo interrumpo antes de que siga.
- No es nada de eso. Me dejaras explicarte o no.
- Dime de una vez y más te vale que sea una buena. - Ruedo los ojos y comienzo a explicarle todo lo que paso con los perritos. - Espera un momento. ¿Dónde va a dormir esa bola de pelos? Sabes que me pongo a estornudar como loco.
- Tendré que ir por ropa y preparar mi apartamento para mis sobrinos.
- No será necesario pondrás a la bola de pelos en uno de los cuartos y no la dejaras salir de ahí. Hasta que tus sobrinos se la lleven. Yo también quiero convivir con ellos y no dejare que su nuevo regalo me lo arruine. Por lo menos conseguiste familia para todos los cachorros.
- Sí voy ahora por comida.
- Después te quiero directo a mi apartamento. Tienes mucho que contarme y me muero de ansias.
- No me sorprende.
- Bueno no te molesto más me saludas a tu modelo.
- Esta bien. - Me estaciono.
- ¿No me vas a quejar por decir tu modelo?
- Ya me acostumbré.
- En definitiva, tenemos que hablar.
- Esas palabras nunca son buenas. No hice nada malo. - Uso sus misma palabras.
- Muy graciosa.
- Sabía que algún día reconocerías que lo era.
- Si claro. - Dentó el sarcasmo. Tocan en la puerta de mi coche y doy un brinco en mi sitio. Volteo y es Torres esperándome. - Me tengo que ir. Te veo luego te quiero.
- También te quiero. - Cuelgo la llamada y salgo del coche. - Hola otra vez.
- ¿Con quién hablabas?
- Con mi hermano. Se su ponía que íbamos a ir al gimnasio, pero no se pudo. - Me encojo de hombros. Sostengo a los cachorros, no los podemos dejar en el carro. - ¿Vamos? - Me sonríe y me toma por la cintura.
- Vamos.
Entramos a la tienda tomamos un carrito donde pongo a los cachorritos. Tomamos un paquete grande de comida para luego dividirlo. Al fin y al cabo, es posible que solo estén una o dos noches con nosotros. Un collar llama mi atención es de cuero de un tono marrón rojizo con una correa igual. Lo tomo en mis manos y sonrío es precioso perfecto para el perrito de mis sobrinos.
- Creí que solo querías comprar comida. - Puntualiza Torres.
Estoy mirando directamente al collar.
- Bueno directa o indirectamente ese cachorro. - Lo señalo. - Se ha convertido en un miembro de mi familia. Como lo son mis sobrinos y uno hace lo que sea por las personas que ama. Esto solo es un pequeño presente como bienvenida a la familia.
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Mi Prometido Gay [Libro #1](Completa Editando)
RomanceAmy López es una chica recién graduada en fotografía. Su mejor amigo Carlos le propone matrimonio, pero solo de apariencia. Se aman con la más increíble locura de hermanos. Se cuidan y se apoyan, sin importar las circunstancias o diferencias. El m...