Capítulo 31

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Estoy molesta, no estoy más que molesta, a penas puedo contener mi enojo. Lo único que quiero ahora es gritar, correr, saltar, bailar, lo que sea con tal de sacar esté enojo que siento por dentro. No sé cómo me voy a controlar, pero tengo que hacerlo si quiero impresionar a los padres de Carlos.

- Amy por favor siéntate. Ellos regresaran pronto. - Escucho a la señora Palacios hablarme.

Respiro profundo y trato de poner mi mejor sonrisa, pero sale una mueca. Me resigno y respiro profundo, solo me volteo y les doy una leve sonrisa nerviosa. Me acerco hasta sentarme en el sillón frente a ellos.

- Amy. ¿Ya tienen una fecha para la boda?

- Sí. Es el 9 de junio.

- ¿Del próximo año? - Me pregunta la señora Palacios.

Niego con la cabeza.

- No de este año.

- ¿Estás embarazada? - Me pregunta con una gran sonrisa en los labios.

Abro los ojos como platos. Es igual que mi mamá. Vuelvo a negar con la cabeza, pero frenéticamente.

- No para nada.

- ¿Por qué la prisa entonces? - Me vuelve a preguntar.

- No es prisa. Es solo que ya nos conocemos perfectamente el uno al otro y sabemos que estaremos el resto de nuestras vidas juntos. - Me encojo de hombros restándole importancia. - Nos amamos. – Finalizo y les doy mi sonrisa más convincente.

Me rio internamente porque no estoy mintiendo, pero claro el tono tan meloso que lo digo se interpreta de la manera que quiero. Mi amor por Carlos es de hermanos no de pareja.

- Eso es muy tierno. - Me dice la señora Palacios. - Espero que pronto nos llenen de nietos. - ¿Qué manía tienen las madres con los nietos?

- No lo creo.

- ¿No deseas tener hijos? - Me pregunta la señora Palacios alarmada.

Ni que hubiera estado en la vida de Carlos.

- Claro que me encantaría tener hijos algún día, pero no ahora es muy pronto y soy muy joven.

- Yo tuve a Alejandro a mis 19 años. - Me responde ofendida.

Abro la boca por la sorpresa con razón se ve tan joven. Tuvo a sus hijos a muy temprana edad y las nanas se encargaron de ellos.

- Eso es fantástico, pero por ahora no estoy lista para tener hijos y mucho menos Carlos. Él mismo me ha dicho que no está listo para ser padre. Por ahora estamos bien con mis sobrinos y ahijados. - Le digo con una gran sonrisa.

- Lo importante es que planean continuar con la descendencia Palacios. - Afirma el señor Palacios.

No respondo, ya que si llega haber descendencia de parte de Carlos probablemente será por adopción.

- ¿Cuántos hermanos y sobrinos tienes? - Me pregunta la señora Palacios rompiendo el silencio incomodo.

Me lleva a un terreno firme del que puedo hablar con toda confianza.

- En realidad no tengo hermanos genéticos. Ángela es mi hermana de corazón, ya que nos conocemos desde niñas. Tengo tres sobrinos los gemelos Gabriel y Gabriela de tres años casi cuatro y la bebé Hannah de cinco meses. - Siempre les he considerado mis hijos, porque no creo tener la oportunidad de tener los propios. Ahora menos con lo ocurrido con Torres, mi confianza por los hombres está por los suelos en este instante. - Son mi orgullo.

- Supongo que estarán en la boda.

- Por supuesto.

- Amy. ¿De dónde eres? - Me pregunta el señor Palacios muy serio.

Mi Prometido Gay [Libro #1](Completa Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora