Reencarnado en una Gardevoir.

Capítulo 10.-Desastre.

Afueras de la ciudad.

Una gran cantidad de pokémon de tipo fantasma, siniestro y acero se reúnen en las afueras del bosque mientras observan luces proyectadas hacia el cielo.

—¿Están listos? —pregunta una Hydreigon.

Entre las sombras un extraño pokémon que con varias manos separadas de su cuerpo sonríe extrañamente.

***

— ¡No pueden! —exclama Rose.

Actualmente me encuentro mirando extrañado la discusión llevada a cabo entre Lillie y la Lopunny.

Recientemente he recibido la noticia de un evento que se celebra cada año. En el cual se coronan los logros de los capitanes.

Según tengo entendido, es una las pocas situaciones dónde se puede ver reunidos a los trece capitanes.

"¿Realmente Rose es una de ellos?"

No parece tan confiable conociéndola bien.

—¿Quién eres tú para decidir por nosotros? —cuestiona Lillie chocando su frente contra la de Rose.

—¡Pero! —reclama Rose mirando en mi dirección con ojos llorosos.

"Diablos"

—Además, ¿No es tú responsabilidad como capitana? —pregunta Lillie con una sonrisa pícara.

Rose cae de rodillas mientras puedo sentir una increíble aura depresiva incluso dónde estoy yo.

Me encuentro sentada, esperando a los demás.

"Ahora que lo pienso, ¿Qué fue de nuestros cuidadores?"

Si mal no recuerdo se alistaron en diferentes escuadrones, bueno, no hay de otra. Espero y les esté yendo bien.

—¡Qué rápido crecen! —dice la señora Silvye secándose una falsas lágrimas alrededor de la señora Gianna.

—Por cierto, Steven. ¿Nos presentaras a tú amigo? —Me pregunta la Blissey.

—Bueno, no sé si él vaya. Las fiestas nunca fueron su fuerte —respondo con una falsa sonrisa.

"En realidad es el alma de la fiesta pero todo se torna raro una vez ingiere alguna bebida gaseosa"

Suspiro.

—¿Enserio? —Me cuestiona Lillie inclinando la cabeza.

—Sí va me aseguraré de vigilarlo —digo mordiendome una uña imaginaria—. Trataré de evitar que beba algo gaseoso.

—¿Eh? ¿Por qué? —Me preguntan todas.

Me quedo mirando al vacío.

—Hay algunas cosas que es mejor no saberlas —respondo.

Todos reímos mientras llegan Drake y Abbey.

—¡Vamonos! —exclama Drake.

Al final terminamos caminando todos juntos hacia la "iglesia" o mejor dicho cuartel general con forma de iglesia.

Al llegar escuchó una extraña voz.

—¡Oye perdedora! —Es una voz bastante aguda y algo ronca, hablando en tono burlón encima.

—Esa voz —dice Rose apretando su puño.

Todos volteamos a la vez, para ver a una pequeño Sableye acompañado de una Banette que se mantiene con una sonrisa burlona.