Capítulo 4.-Lillie y yo

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Salgo del cuarto avergonzado mientras Abbey y Drake no paran de reír detrás mío. Mi rostro está totalmente rojo

Mientras camino, me encuentro con Enel, quién me saluda enérgicamente...¿Lo entienden?

........

......

Creo que mejor me guardo mis comentarios para mi mismo. Los cuatro caminamos hasta llegar a la cocina, donde una gran mesa nos espera.

Y ya todos con excepción de los tres adultos de la casa están sentados. Todos charlan animadamente entre ellos.

Por lo que procedo a sentarme al lado de la Zorua. Y a mi lado izquierdo se sienta Drake seguido de Enel y frente a mí está Abbey.

—¡Bien! La comida está lista —declara la señora Gianna.

***

Castia ingresa en lo que parece ser una iglesia. Una gran alfombra roja cubre el suelo de todo el lugar y unas escaleras a pocos metros de la entrada lleva hasta una estatua dorada de Arceus.

La Lucario pasa de largo de todos los otros pokemon que se encuentran repartidos entre los asientos del lugar.

La pokemon de cuarta generación observa en silencio a un Alakazam que se encuentra meditando.

—Señor Deus —Llama la tipo lucha.

El susodicho tan sólo abre un párpado observando quién es aquél que ha venido a verle.

—Te estaba esperando —dice el Alakazam con una voz que denota su avanzada edad—. Si vienes a hablarme supongo que será sobre el Ralts ¿Cierto?

—Así que ya se ha enterado —musita Castia sorprendida.

El tipo psíquico finalmente baja al suelo y lleva sus brazos a su espalda.

—Entiendo que estés llena de preguntas. Antes eras una humana y ahora eres una pokemon, no es algo fácil de asimilar pero....

—No es eso —declara la pokemon.

El Alakazam mira sorprendido a la Lucario, quién parece incómoda de hablar sobre el tema.

—¿Entonces? —cuestiona el Alakazam.

—Cuándo toqué a ese "muchacho" pude ver algo —dice la Lucario.

Deus permaneció callado, esperando que su subordinada continúe con su historia. Aunque parecía que el saber que hay más como ella le han recordado su actualidad.

—........

—¿Qué viste? —pregunta el Alakazam con serenidad.

—........Vi fuego —responde la Lucario.

Castia se volvió a quedar en silencio.

—¿Eso te preocupa?

—No era cualquier fuego. Pude ver un incendio que consumía todo el bosque y...... una gardevoir estaba en el centro —declara la Lucario.

El Alakazam se mantienen nuevamente callado, procesando la información recién recibida.

—¿Es todo? —pregunta el tipo psíquico.

Reencarnado en una Gardevoir.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora