Reencarnado en una Gardevoir.

Capítulo 11.-Acero contra hada

El público entró en pánico y rápidamente salieron del lugar, Steven salió corriendo.

Los capitanes y aquellos que podían luchar fácilmente se vieron rodeados.

Nadie entendió lo que pasó cuando la luz se fue, ¿Quién pudo noquear tan rápido a tantos capitanes?

—¿Qué planean? —musita  As frente a Jason.

El Sableye ríe por lo bajo. Belén empieza a tratar a Rose con pulso cura.

—¡Cómo si te fuera a dejar! —exclama Daniels usando puño meteoro.

Castia evita el ataque a la Audino mediante el uso de patada salto alta.

—¿Se recuperará? —pregunta Castia poniendo atención al Aggron.

El tipo acero/roca fue enterrado debajo de una pila de escombros e incluso parte del techo le cayó encima.

El Tyranitar se para frente al Gengar que chasquea la lengua.

—¿Por qué a mí me tuvo que tocar contra el más problemático? —cuestiona Eric.

El Tyranitar rápidamente megaevoluciona y una tormenta de arena invadió el lugar, incomodando más a unos que a otros.

—¡Tsch! —El Gengar también mega evoluciona—. ¿Por qué la serpiente esa aún no actúa?

Aunque lo pareciera, inclusive la ciudad se encuentra bajo ataque. Llamas se extienden por todos lados mientras los residentes de aquél lugar comienzan a desesperar.

Corriendo hacia el bosque y diferentes lugares. Todos huyendo de los innumerables pokémon que atentan contra la ciudad.

Pero, un pokémon de apariencia humanoide bloquea su camino, con varias "hachas" realmente filosas alrededor de su cuerpo.

Ya sea coincidencia o no, aquél pokémon acero/siniestro observa fríamente a los acompañantes de Steven, que salieron buscando a éste último.

—Lo siento —dice el Bisharp—. Pero, tendrán que morir aquí.

Usando tajo umbrío pone como objetivo a Abbey, quién es empujada por Drake que con bastante dificultad bloquea el ataque.

Chispas volaron, el tipo lucha/psíquico se colocó frente a lo que considera su familia, con toda la intención de protegerlos.

—¡Corran! —exclama Drake.

Aún teniendo una amplia ventaja de tipos, el Gallade pudo sentirlo, la habilidad de su oponente no es algo que tomar a la ligera.

Los demás hicieron caso y rápidamente se retiran.

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Un Hydreigon vuela a alta velocidad mientras un portal se abre frente a él, cayendo un Hoopa-Unbound gravemente herido.

—¿Qué? ¿Realmente tuviste inconvenientes? —pregunta el dragón ligeramente sorprendido.

—¡Esa maldita coneja! —exclama poniéndose de "pie"—. En todo caso, ¿Qué tal fue?

El Hydreigon señala a su espalda, dónde se encuentra Jo amordazado y amarrado con cuerdas.

—Aunque, ¿No es más fácil atrapar directamente al "humano"? —cuestiona el pseudo-legendario.

El tipo psíquico/siniestro comienza a reír.

—Es evidente que no lo sabrías, pero, ¡Debo dejar la mayor marca que pueda en éste mundo! —exclama con dos de sus brazos abiertos.