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Cuando la consciencia vuelve, apenas es capaz de abrir uno de sus ojos. Carajo. Ojalá y no haya perdido el otro.

Su cerebro está demasiado atontado y concentrado en sanar sus heridas, en soportar el dolor y no morir. Si bien antes no se permitía pensar en Taemin, ahora su cerebro intentaba pasarle fotos de él, en sus buenos tiempos, cuando fueron realmente felices y parecía que sería eterno.

Su cerebro buscaba que sintiera algo de amor y felicidad, mientras él intentaba sanar esas heridas que en cualquier momento terminaban siendo reabiertas por esos látigos que abrían nuevas adonde fuera que llegaran.

Decían que un ser humano podría vivir tranquilamente sin comer por meses, sin beber unos cuantos nada más. Pero jamás había buscado cuánto podría soportar un hombre lobo en esas condiciones.

Y ya había perdido la cuenta de los días, quizá tan sólo pasaron horas.

La puerta se abre hasta donde ese parpado inflamado le deja elevar la mirada, puede ver zapatillas de mujer.

Su cuerpo cosquilleaba, extrañamente.

—Sabía que en algún momento te encontraría.

Y él ni fuerzas para contestar tiene, porque no sabe a lo que se refiere.

—Bebe un poco de agua.

Ve el vaso de agua y acerca la cabeza para beber lo que pudiera, maldita sea, sus tripas estaban secándose. De repente un pensamiento de que el agua pudiera estar envenenada, cruza su mente, pero con tanto dolor, quizá le haría el favor.

Hasta agradecería la ayuda, la verdad.

Taemin entendería. Ambos sabían lo que hacían, ambos lo supieron cuando empezaron a conocerse y el mundo les gritaba a cada segundo que eso estaba mal.

Y no les importó.

Se sobresalta cuando siente la suavidad de una tela húmeda pasando por su rostro entero.

—Sólo que no sabía que serías un criminal. Menos que me ordenarían atraparte.

La mujer continuaba con su monólogo, mientras cogía su rostro por la barbilla y le limpiaba las heridas.

Abre ese buen ojo y se enfoca en ese rostro. No la conocía, pero su cuerpo vibraba de diferente manera con su tacto, con el simple sonido de su voz.

—No nos conocemos, pero sé que tu cuerpo me reconoce.

Decía ella y él intentaba entender de qué iba eso. ¿Por qué Siwon dejaba que alguien tratara sus heridas y le diera de beber? ¿Acaso algo había apelado su buen corazón?

Ríe internamente, todo eso era una mierda.

—E incluso antes de conocerme me rompiste el corazón.

Su cuerpo está tan agotado que su mente se desconecta y cae en un repentino desmayo, estaba completamente agotado y cansado.


***3 años antes***


Estaba completamente aburrido. Su día de descanso estaba aburriendo y cansándole, en vez de recuperarse, porque cada día parecía descansar.

Había estudiado en la universidad ingeniería militar, había hecho un curso de estrategia, quería ser militar, pero su padre se empeñaba en que no era lo suyo. Y, sinceramente, estaba harto de discutir con su padre sobre lo que sería o dejaría de ser.

Por Amor - 2minDonde viven las historias. Descúbrelo ahora