"La casualidad no existe, si algo sucede es porque así estaba destinado a ser"
Cuando Myers entró a la sala, Zyad se enderezo en su lugar y miró hacia en frente como si Myers fuera un coronel al que se le debía tratar con respeto. Yo no lo veía de esa manera, pero extrañamente lo sentí así y bajé mis pies del sofá y puse mi espalda recta sin siquiera pensarlo. ¿Por qué había reaccionado de esa manera?
Zyad y yo estábamos a punto de decir algo, pero Myers levanto su brazo derecho haciéndonos callar.
-No quiero escuchar a ninguno de los dos.
Sherak, también se encontraba en la sala, y este veía a su hijo como si estuviera pensando que fue lo que hizo mal al educarlo. Yo no entendía muy bien porque tanto escándalo, pero a pesar de que no lo entendía, dentro de mi sentía que era algo muy importante para su planeta, como si fuera una tradición sagrada o algo así y yo la hubiera arruinado por completo.
Myers me veía con el ceño fruncido, como si estuviera pensando en que hacer conmigo por milésima vez. Si yo estuviera en su lugar tal vez estaría pensando "Hubiera dejado a esta niña afuera hasta que muriera congelada o hasta que se la comieran los cazadores".
¨ ¿Desde hace cuánto dices cazadores? ¨preguntó Everly, ya se me hacía raro que no había aparecido hace tiempo.
Lo que dijo era cierto, hace unos minutos pensaba en los lobos como...lobos. Y ahora pienso en ellos como cazadores.
- Supongo que no puedo hacer nada contigo –dijo Myers suspirando pesadamente como siempre, dirigiéndose a mí- no te advertí de esto así que no tienes toda la culpa, pero no quita el hecho de que eres demasiado torpe.
Gracias -murmure internamente con sarcasmo- no era necesario eso último. A pesar de que quería decirle esas palabras, algo dentro de mí me retenía como si decir eso fuera una falta de respeto, a pesar de que yo ni siquiera trataba con respeto a Myers.
-La culpa es de ambos y ahora van a tener que aceptar las consecuencias –continuó ahora dirigiéndose a los dos- Zyad, tu bien sabes que cuando te unes a un guerrero ya no puedes volver a tu manada.
-Pero...-protestó abriendo sus ojos más de lo normal- no puedo dejarla así sin más, ahí están mis amigos y....
Se quedó callado, como si se hubiera arrepentido de lo que iba a decir. No supe porque, pero mi corazón empezó a latir con más rapidez además tenía un sentimiento de tristeza como si estuviera sintiendo lo mismo que Zyad en ese momento.
-Bueno eso te enseña a ser más cuidadoso la siguiente vez –contestó Sherak-
-Pero aun puedo verlos, ¿no? –preguntó esperanzado-
La mirada de Sherak y de Myers se dirigieron a mí, y finalmente la de Zyad, este último me vio como si de nuevo hubiera recordado algo sobre mí.
-No pueden estar tan separados y Megan no puede salir de aquí –contestó el guerrero finalmente; Mi nombre sonaba extraño saliendo de el-
Me levanté de golpe enfrentándolo, aunque me arrepentí un poco al ver de nuevo su tamaño.
-No es justo –exclamé- Zyad no tiene la culpa, no lo puede apartar de sus amigos porque se le dé la gana
Sentí una sensación de extrañeza y al parecer Myers también la tuvo ya que le hable de usted en vez de tutearlo como lo había hecho desde que llegue. Algo fuera de lo normal me estaba pasando.
-No importa quien tenga la culpa –Contestó severo- La unión impide que estén separados o van a empezar a tener consecuencias.
-Entonces déjeme salir
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Lágrimas Congeladas
FantasiaMegan siempre había deseado tener una vida más interesante, sin embargo, jamás se imaginó que despertaría en un planeta desconocido, en el que los animales hablan, los ojos de los habitantes se limitan a tan solo dos hermosos colores, y la mayor pri...