# 24

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Después de haber visto a jungkook no se sintió bien, en lo absoluto. Lo único que quería era llegar a casa y llorar, llorar por su desgraciada vida y todo lo que implicaba esta.

Saltarse clases no fue una opción, de hecho no tenía opciones, simplemente lo hizo. Salir del colegio tampoco fue difícil, había visto algunos chicos de su clase escaparse de allí sin que nadie los viera, iba a hacer lo mismo.

Saltar el muro fue fácil, escalarlo no. Gracias a eso obtuvo un bonito roto en su pantalón que de seguro le tocaría coser él mismo, no tenía dinero para otro. Al llegar a casa simplemente caminó despacio, sin ganas, llegando al baño. Sentía unas terribles ganas de vomitar.

Se sentía del asco.

Al verse en el espejo las lágrimas comenzaron a salir sin ningún esfuerzo, verse tan débil le dolía.

Cayó al suelo poniendo sus rodillas contra su pecho mientras ocultaba su cabeza entre sus brazos. Todo fue muy lento para él, los pequeños lamentos se convirtieron el audibles sollozos que iban muriendo en el pequeño espacio donde ocultaba su cabeza, simplemente no quería volver a lo mismo.

No quería volver a ser alguien débil que era afectado por unas simples palabras.

«marica» «mounstro»

No quería volver a soñar con su padre diciendo aquello que tanto le dolía, no porque fuera verdad, sino porque era su mismo padre el que lo detestaba tanto.

                               •                 •                  •

Asustado era poco para describir como se sentía en ese momento, no encontró a Jimin por ninguna parte.

Había recorrido el colegio por lo menos unas cuatro veces buscando a Jimin, pero este no aparecía por ningún lado. Llamó varias veces a su celular pero no contestaba, lo único que pedía era encontrarlo en casa.

La jornada ya había acabado, se encontraba yendo en paso apresurado hasta su casa, todavía faltaban unas cuantas cuadras para llegar y definitivamente se estaba muriendo de la desesperación. No era típico en Jimin faltar a clases y mucho menos desaparecer de la nada teniendo un proyecto por entregar.

Llegó al lugar y con temblor en las manos abrió la puerta principal, soltó su maleta en algún lugar de la casa mientras se dirigía hacia el segundo piso, subió rápido las escaleras y fue directo a la habitación del menor, al entrar allí, Jimin no estaba. Salió del lugar para ir rápidamente a su habitación, pero el menor tampoco se encontraba allí. Estaba a punto de salir de la casa a buscarlo cuando escuchó un pequeño sollozo proveniente del baño del primer piso. Sin pensarlo, caminó hasta allí.

— ¿J-Jimin?— habló en tono bajo, pero lo suficientemente fuerte para que el menor escuchara.

—¿Jimin, estas bien? — silencio, eso fue todo lo que obtuvo.

— Jimin, necesito que me hables o entraré, lo juro.

—H-Hyung estoy bien, no se preocupe.

— ¿Como se supone que no me preocupe cuando estás encerrado en el baño sollozando?

— Estoy bien.

— No, no lo estás. Si estuvieras bien no estarías llorando. Abreme.

—Hyung yo-

— No quiero excusas, quiero que me abras.

Escuchó como algo se movía y luego se abría despacio la puerta, dejando ver un rostro repleto de lágrimas. Sin esperar más, yoongi terminó de abrir la puerta para atrapar en sus brazos a aquella persona que se veía tan indefensa en ese instante. No sabía lo que ocurría y probablemente lo descubriría después, pero lo que si sabía era que no le agradaba para nada ver a Jimin así.

Cualquier cosa que hubiera pasado, él se iba a encargar de que Jimin no volviera a derramar una sola lágrima.

Aquí está tu actualización. ValuKnob

Maru

Abrázame / yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora