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— Maldita sea! — exclamó

— cálmate, yoongi.

— Es que no me cabe en la cabeza como alguien como ese tipo tiene las agallas para amenazarte o siquiera volver a buscarte.

— yoongi, yo-

— ¿¡como pudiste meterte con alguien como él!?

— ¡no es mi culpa, maldita sea! No lo entiendes, era alguien cegado por el amor, no veía la verdadera personalidad de él, de verdad me gustaba.

— ¡tan solo estabas en tu época de necesidad!

— ¿¡Que insinúas!? ¿Creés que solo estaba necesitado? Eres una basura, Min Yoongi. Te conté mi historia y aún así dices eso, no te atrevas a hablarme otra vez.

— J-Jimin yo-

— ¡callate de una maldita vez!

Salió azotando la puerta de la habitación.

Después de haber terminado su día escolar, el mayor había quedado con una gran molestia con respecto al tema de Jimin y su ex novio, cosa que no le agradaba para nada, ya que él solo estaba ayudando a alejar a jungkook de Jimin. Aún así le molestaba el solo hecho de que le respirara cerca.

Llegar a casa fue todo un problema. En el camino no se atrevía a mirar a Jimin, sabía que si lo hacía, terminaría diciendo cosas para nada agradables. Pero eso fue algo inevitable. Al llegar, Jimin le habló sobre lo nervioso que había estado cuando vio que jungkook se le acercaba y más aún cuando intentó hablarle. Su mal humor incrementó al escuchar al menor hablar sobre ese bastardo, lo tenía cansado.

Se dirigió rápidamente a su habitación, no deseaba hablar más del tema, pero un insistente Jimin lo siguió hasta allí, para su desgracia, a seguir contándole como se había sentido.

Jungkook le desagrada y si, no lo negaba. Sabía que no lo conocía lo suficiente para hablar de él pero lo poco que sabía, lo irritaba a más no poder. Para Yoongi, Jungkook era de los seres más despreciables que había conocido y es que ¿Quien se atrevería a hacerle daño a esa cosita hermosa que era Jimin? Jungkook, él se atrevió.

Tal vez no solamente estaba irritado por Jungkook, tal vez y sólo tal vez también lo estaba por Jimin, porque cada día estaba cayendo un poco más por él. Pero no, no admitiría aún que el menor le gustaba, por lo menos no completamente.

Tenía miedo.

Miedo a que Jimin volviera a caer en los brazos de ese conejo, miedo a no ser capaz de evitarlo.

Por ahora, se preocuparía en hacer que Jimin dejara de estar enojado.

La había cagado y muy feo.

Lo siento mucho, me desaparecí sin previo aviso pero caí en depresión, realmente. Espero me entiendan, alguien muy importante para mi falleció y no me sentí capaz de nada, mucho menos de escribir.

Hoy me sentí mejor y espero seguir haciéndolo, realmente me gusta escribir y ver que les guste, pero este mes no fue la mejor.

Las/los quiero mucho, perdonenme.

Maru.

Abrázame / yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora