Abrázame / yoonmin

# 27

No era mala idea, tal vez no lo era tanto.

Tal vez jungkook dejaría de perseguir a Jimin y hacer que este recordara tantas cosas de su pasado al ver que ya tenía a alguien más, pero no era algo seguro, más cuando el mismo Jimin sabía que sería difícil estar con yoongi como una pareja normal, lo sabía porque "yoongi no era gay " y sería raro para el mayor actuar meloso con otro hombre.

Tal vez había una posibilidad de ensayar con el mayor antes de ir a la escuela y besarse no sería tan mala idea, lo habían hecho antes y no pasó nada malo, ¿cierto? Después de todo tenían que actuar como una pareja de jóvenes hombres enamorados y para poder hacer creer su pequeña mentira tendrían que besarse en algún momento.

Últimamente esos eran los pensamientos de Jimin, simplemente se concentraba más en que hacer cuando yoongi y él iniciaran su falsa relación, que en el tema que estaba viendo en este instante en matemáticas.

Matemáticas.

Uh, odiaba esa materia con el alma. Su profesor era un viejo pervertido que lo único que quería era sexo con sus alumnos, si, lo sabía.

Tenía al rededor de unos cincuenta años si no estaba mal, lo más probable es que la única actividad sexual que realizaba estaba impuesta por él y su mano. Realmente le desagradaba, más la manera en que lo miraba cuando caminaba. Desearía alguna vez poder delatarlo y hacerlo quedar en ridículo.

Pensó en miles de cosas, ninguna tenía que ver exactamente con el tema de clase, su mirada estaba fija en el tablero pero no entendía nada. Solo estaba un poco -mucho- distraído.

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Las clases habían acabado, caminaba directo a su casillero para guardar sus cosas y poder irse de aquel lugar, tenía una cama esperándolo.

Fue en busca de Jimin, desde ahora pasaría por él a su salón de clases como lo haría una pareja normal, necesitaba que ese tal jungkook los viera juntos.

Tal vez él no sabía cual era el aspecto de aquel chico ya que nunca en su vida lo había visto, pero estaba seguro de que si estaba detrás de Jimin, habría una posibilidad grande de que los vea juntos.

Faltaban solo unos cuantos pasos para llegar al salón de Jimin, no quería estar muy cerca para no parecer un loco desesperado, pero se acercaría en el momento en que viera al menor salir de allí.

Miró su reloj y vio que faltaban cinco minutos para que finalizara aquella clase, así que se dispuso a ver a todo aquel que pasaba por allí. Vio un grupo de chicas, eran altas, delgadas y claro, bonitas. Pero ninguna de ellas parecía tener un buen coeficiente intelectual, ya saben lo que dicen, las mas bonitas son las más estúpidas, aunque sabía que no aplicaba en todos los casos. También vio a un chico vestido totalmente de negro, eran uno de esos que se creían emo y no creían en dios. Él tampoco creía, pero no era emo.

Dirigió su vista al salón y vio una gran cabellera naranja. Jimin. Sonrió mientras se acercaba al menor cuando vio que alguien más se acercaba y comenzaba a hablarle. Notó como la actitud de Jimin cambió, sus manos temblaban un poco y se veía nervioso y quizás asustado.

Jodida mierda, era él.

Caminó rápidamente hasta llegar a ellos, quedando detrás de el menor. Vio como el que se encontraba enfrente de Jimin fijaba su vista en él, sabía que era jungkook.

Se acercó más hasta pegar su pecho contra la espalda de Jimin, al tenerlo lo suficientemente mente cerca, se agachó y posó sus brazos al rededor de la cintura de Jimin quedando su boca a centímetros de su oído y, mientras le sostenía la mirada al que creía que era jungkook, susurró:

— Hola bebé.

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