Capítulo 33.{Un amanecer bonito.}

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Capítulo 33

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Capítulo 33.

{Un amanecer bonito.}

Yull.

Me despierto sobresaltada, otra jodida pesadilla, me tienen cansada. No quiero seguir recordando lo que viví estos días, no quiero pensar más ni en Damián o Bidel.

Una lágrima sale de mi ojo, la borro de inmediato. Me doy cuenta de que no estoy sola en la cama. Azucena duerme a mi lado su cabello negro esta despeinado de forma tierna y adorable.

Siento a Will moverse y abrazarme más. Con mi mano derecha entrelazo mis dedos con los suyos y con la izquierda acaricio la carita de mi bebé.

Anoche le confesé a Will que quería vivir con ella. Quiero intentar ser su mamá. Pero tengo miedo, mucho miedo de que el la descubra.

¿Si se la lleva? ¿Si le hace lo mismo a que mí? No resistirá, nunca soportaría que la lastimen por mi culpa.

Avecés pienso que si fue la mejor opción tenerla. Recuerdo cuando me entere que venía al mundo, sentí tanto miedo y asco. No sabía lo que le pasaba a mi cuerpo, solo sabía que si Damián lo sabía me lastimaría. Y no quería que me volviera a lastimar.

Fue una suerte que mi embarazo no se notara hasta los cinco meses. Y que para ese momento hubiera logrado emanciparme de él y pude irme con mi tía Marta.

Pero como siempre tuvo que amenazarme, con cerrar la fundación. Lo único que me queda de mi mamá, jamás permitiré eso. Sigo intentando que sea solo mía, pero hasta los veintiún años no puedo hacer nada.

Mi pequeña, como quisiera decirte cuando seas grande que fuiste producto del amor y la pasión. Pero eso sería una horrible mentira, pero yo sabía que vos no tenías la culpa. Que eras inocente, y cuando te tuve en mis brazos me hiciste sentir. Cuando lleva años si sentir eso.

Calidez, hogar y amor.

Me hiciste sentir tanto mi pequeña Azucena.

Luego miro nuestras manos entrelazadas. Nuestras piernas están enredadas y su respiración esta en mi nuca. No es la mejor posición, pero nunca me sentí tan cómoda con alguien en mi vida.

No puedo explicar lo que él, William, me hace sentir. Es un amor tan profundo que me hace llorar, es una suerte que duerma si no vería lo enamorada que estoy de él.

Lo fanática que soy de sus besos, lo feliz que me ponen sus te quiero. Lo maravilloso que es sentir que me ve como humana. No la versión sexista y ruda que todos tienen de mí. Sino que ve lo rota y desarmada que estoy, y sin pedir permiso, empezó a recoger todos los pedazos.

— Te quiero — murmuro al aire.

Aunque la verdad sé que lo amo. Que estoy enamorada de él.

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