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(Capítulo +18, léase con discreción)

—Maldición. —Farfulló TaeHyung mientras intentaba esquivar todos los autos que se le posicionaban en frente mientras era precedido de bocinazos y frenadas bruscas.
Vio como el joven policía le iba prácticamente pisando los talones. Por su mente pensaba en lo que sucedería si lo arrestaban, no porque le importase su bienestar, quizá se lo tendría bien merecido, pero, ¿qué sucedería con HoSeok?, no tendría a nadie que cuide de él, si iba preso, tendría que mandar a la policía hasta su casa para que lo liberen, no se iba a perdonar que le suceda algo malo. Pero eso implicaría no volver a verlo nunca más y el solo pensar en algo tan terrible, le hizo poner el pie a fondo en el acelerador. No lo podían atrapar, no aún, no estaba listo para perderlo.

Frente a él había una gran carretera donde pasaban autos por doquier, el semáforo estaba en color amarillo y en esos escasos segundos solo había dos opciones, dos opciones para cualquier persona, pero no para alguien con una situación tan desesperada como la de Taehyung, él solo tenía una opción, acelerar y rogar que no se le cruce ningún auto de frente o ese seria su fin, y entonces lo hizo, aceleró haciendo algo muy estúpido, cerrar sus ojos.
Lo único que escuchó fue un fuerte sonido de bocinas, unas ruedas de auto intentando detenerse contra el pavimento y un fuerte choque. Al abrir los ojos, miró por el espejo retrovisor y vio el desastre que había causado y aun así, se mostró aliviado al ver en que el comisario solo podría cruzar caminando de aquél lugar. Siguió conduciendo velozmente por varios minutos, luego se aseguró que no estuviesen siguiéndolo y una vez que se sintió seguro dobló por la calle correspondiente hasta su casa, ¿Cuánto iban a tardar en dar con él teniendo el número de la patente de su coche?, menos de media hora quizá.
TaeHyung bajó del auto, secó unas pequeñas gotas de sudor que caían por su frente, tomó un destornillador y prosiguió a poner la patente real a su automóvil, quitando así la que era falsa. Si, TaeHyung era una persona que no podía ser subestimada y aquellos que lo veían como un tonto, tarde o temprano se daban cuenta en lo equivocados que estaban.
Tomó las bolsas un tanto revueltas debido a la persecución y entró sano y salvo a su casa. Luego quitó sus zapatos y observó como su pequeño perrito le daba la bienvenida, este se dirigió corriendo a la cocina sabiendo que sería alimentado. TaeHyung abrió el refrigerador, sacó algunos ingredientes y procedió a preparar la cena, no sin antes llenar el pequeño platito de Yeontan que lo miraba con ojitos tiernos.
Con la comida aun en el fuego se dirigió al living y notó lo frío que estaba el lugar, así que encendió la calefacción y comenzó a sentir el calor inmediatamente por debajo de sus congelados pies. (*)

Decidió ir a echar un vistazo a la habitación y le llamó la atención que a no ser por una pequeña lucecita, todo se encontraba oscuro. Apresuradamente encendió la luz principal y vio al castaño sentado contra la cabecera de la cama, sosteniendo una pila de hojas entre sus manos. TaeHyung no podía creerlo, HoSeok no había parado de leer siquiera un segundo desde que él se fue.
Pero había algo que le llamaba aún más la atencion, y es que este tenía lágrima en sus ojos. En cuanto HoSeok notó la presencia del rubio, lo miró y señaló las hojas desprolijas entre sus dedos.

—Es lo más hermoso que he leído en mi vida. —En ese instante estiró su mano, sujetó a Tae de su brazo y lo empujó hacia él para fundirse en un significativo abrazo.
El rubio se quedó como piedra ante aquella repentina cercanía, acto que HoSeok percibió y se soltó rápidamente.

—Fue un acto reflejo, lo siento. —Dijo el castaño aclarándose la garganta.

TaeHyung no respondió, se quedó anonadado con el corazón latiendo fuertemente y un hormigueo en el estomago muy similar a mariposas revoloteando.

Aquella noche Tae decidió dormir en el sofá del living, aun ante la insistencia del castaño con su "Ya no quiero dormir solo". Era muy repentino para avanzar al escalón de la absoluta confianza, aun no olvidaba que ahora HoSeok tenía ambas manos desatadas.

😴

Por la madrugada, un pequeño quejido despertó a TaeHyung. Este hechó un vistazo al pequeño Yeontan, pero el perrito estaba profundamente dormido a sus pies. Estiró el brazo para encender la luz cuando volvió a escuchar otro quejido, esta vez mucho mayor, entonces, se sentó de un limpio movimiento en el sofá y se fue con prisa hasta la habitación. La pequeña lámpara de noche estaba encendida y sus ojos no daban crédito a lo que estaban presenciando.
No eran quejidos de dolor como él se imaginaba, eran gemidos de placer. HoSeok se encontraba moviendo lentamente su mano al rededor de su sexo, este gemía profundamente y mordía su labio inferior manifestando un gran éxtasis. La imagen visual se le hizo a TaeHyung tan erótica que no pudo evitar controlar una gran erección que iba creciendo en sus ajustadas prendas. Por un momento se sintió acabar sin siquiera tocarse. HoSeok se veía increíblemente sexy y su rostro reflejaba un indescriptible placer. Sin poder quitarle la vista de encima, TaeHyung llevó su mano dentro de sus pantalones de dormir y liberó su miembro erecto anhelante de atención. Comenzó a bombearlo con morbo mientras presenciaba aquella escena tan erótica en la que J-Hope era el protagonista.
El rubio mordía fuertemente su labio inferior en un intento de no gemir mientras se tocaba al ritmo que HoSeok lo hacía. Los gemidos del castaño lo estaban enloqueciendo y no dejaba de pensar en las cosas más sucias y pervertidas que había pensado en toda su vida, pero ello no le disgustaba, al contrario, le fascinaba y ello le producía inconscientemente que aumentase el ritmo de las pequeñas estocadas. Este hacía un leve sonido húmedo por lo mojado que se encontraba, su líquido preseminal goteaba por su glande haciendo que su miembro luciera increíblemente apetitoso, como si fuese un dulce, suave y rosado. La sensación era tan placentera que podía sentir levemente aquél cosquilleo en toda su extensión anunciándole que estaba a punto de correrse. Por otro lado, HoSeok movía su cadera de arriba hacia abajo penetrando aquél pequeño orificio que había logrado hacer con su mano. En ese instante, arqueó su espalda y entre leves espasmos se corrió abundantemente sobre su piel desnuda, precedido por TaeHyung, quien no pudo evitar correrse al presenciar como el pene erecto de HoSeok se liberaba completamente de aquél elixir blanquecino dispersándose por doquier.
TaeHyung cerró sus ojos y se llevó un poco del suyo a la boca imaginándose que se trataba del de HoSeok, se relamía y degustaba el sabor, el cual era extraño pero para nada desagradable. La imagen mental que TaeHyung se estaba haciendo era tan real que hasta se había quedado deseoso de probar más.
Al terminar, acomodó sus pantalones torpemente al mismo instante que HoSeok lo hizo, pero en ese preciso instante, la mirada de TaeHyung se cruzó con la del castaño y quedó completamente paralizado ante la idea de que quizá había sido descubierto en aquel acto tan pecaminoso. Lo que no sabía era que HoSeok estaba pensando exactamente lo mismo, él no había visto al rubio mientras se estaba dando placer, pero ambos se estaban viendo ahora y no sabían que tanto había visto el contrario.

(*) En corea como dentro de la casa suelen estar descalzos, la calefacción es mediante paneles debajo del suelo.


Si esperaban algo más, lamento desilusionarlos, es muy repentino para que tengan esa clase de intimidad, (al menos para HoSeok) respecto a este capítulo, en el que ambos recurrieron a la autosatisfacción , sentí que debía ponerlo, ya que decir que no tenían deseos sexuales, es poco creíble.

Lali🍓

Secuestré a un Idol || HopeV [PT1] CONCLUIDA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora