¿Mía?

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El Mejor Amigo de Papá

Capitulo 04

|¿Mía?|

—Intentemos con esto... —Susurro mientras tomaba mis tobillos y abria mis piernas. Yo lo ayude y abrí lo más que pude ambas piernas. Él me vio impresionado.

—Dios... —Susurro —Es tan rosada —Dijo —Muero por enterrar mi lengua en ella.

Yo sonreí victoriosa y orgullosa de mi misma. Él acerco su rostro a mi campo de Venus y rozo sus dedos. Un escalofrío recorrio todo mi cuerpo y el sonrio.

—Es tan liso —Dice él mientras toca mi feminidad.

—Me gusta así —Sonrei —Se que a los hombres no les gusta tener bellos en su boca.

Él solo sonrio y prosiguio tocando con su dedo indice mi clítoris. Yo gemia aún más y de repente senti uno de sus dedos dentro de mi, gemí al sentir como lo sacaba y lo volvia a meter, al principio comenzo lento y cuando estaba adentro giraba su dedo en circulos, tocando cada parte de mi interior y haciendome jadear como nunca nadie lo había hecho. Después de un buen rato haciendo lo mismo metio otro dedo más y empezo de nuevo a sacarlo y meterlo pero esta vez mucho más rápido que la primera vez. Sacaba y metia, sacaba y metia, y así por mucho tiempo hasta que sentí como trataba de meter un dedo más con dificultad. Grite fuerte cuando alfin logro su proposito y se detuvo por un momento, abrí mis ojos y lo vi, él me estaba viendo con detalle. Mis piernas sobre sus hombros, gotas de sudor cayendo entre su ceño, jadeando y su camisa abierta que dejaba ver su increible abdomen, sin duda era la imagen más sensuales, excitante y perfecta que había visto en toda mi vida. Reí al verlo jadeando y cansado.

— ¿Qué sucede? —Pregunto con cierta diversión.

—Se ve tan sexy Señor Downey, así cansado es aún más excitante... —Dije y él rió ante mi comentario.

—No es fácil hacer esto, es un tanto agotador —Dijo él divertido y me guiño un ojo.

—Lo sé Señor Downey, lo sé —Dije con seguridad y él arqueo una ceja ante mi confesión.

—Traviesa... —Dijo con una enorme sonrisa.

Comenzo a meter de nuevos sus dedos hasta lo más profundo que pudo y yo di un gemido al sentir sus dedos raspando todo mi ser. Cerre los ojos y ahogaba mis gritos al morder mi labio.

—Vén acá —Dije poniendo mi mano en su cabeza y atrayendolo hasta mis pechos para que los lamiera. Así lo hizo y con su mato libre agarro mi otro pechos y jugueteaba con el.

Comence a colapsar y grite al mismo tiempo en el que me venia. Robert saco sus dedos de mis interiores y sonrio.

—Perfecta, nena —Susurro.

Sonreí, me encanto que me haya dicho nena. Que salga de sus labios es tan hermoso, literalmente lo soy a la par de él y me fascino que lo haya dicho.

Se recosto sobre mi y busco mis labios y yo los de él, al encontrarlos nos besamos desesperadamente y nos acariciabamos de la misma forma. Yo enterraba mis uñas por debajo de su camisa en su espalda y él gemia en mis labios.

— ¿Quieres ser mía? —Susurro en mis labios con una sensual y ronca voz que me excitaba aún más.

—No sabes como lo deseo —Susurre en sus labios y mordi su labio inferir. Gimió y sonrio.

Me tomo de la cintura con ambas manos y yo me acomode para que pudiera penetrarme. Cuando estaba lo más abierta posible el bajo una de sus manos hasta mi muslo izquierdo y de un movimiento demasiado rápido senti como se enterraba en mi. Grite fuerte y él gimio, nunca había tenido un pene tan grueso dentro de mi que senti como me había razgado.

— ¿Duele? —Pregunto un tanto preocupado.

Trague saliva y controle mis lágrimas, era un dolor muy placentero. Negue con la cabeza y comence a moverme y él también lo hizo.

Conforme iba moviendose el dolor comenzo a desaparecer y más al sentir su lengua encontrarse de nuevo con la mía.

Era tan maravilloso, tan majestuoso, hermoso, perfecto pero prohibido, el Señor Downey era un hombre increíblemente prohibido para mi y yo para él pero al parecer eso había quedado atrás, aunque no podía creer lo que estabamos haciendo, el Señor Downey había sido mi hombre soñado desde que tengo una buena conciencia y el sueño que en algún momento era imposible ahora era todo lo contrario, el Señor Downey me estaba haciendo suya, al fin, era como mi primera vez, yo realmente lo estaba haciendo con amor, pasión, deseo, lujuria pero sobre todo eso con un genuino amor que sentia por el Señor Downey.

El mejor amigo de papá (Robert Downey Jr.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora