El mejor amigo de papá (Robert Downey Jr.)

And the winner is...

El Mejor Amigo de Papá

Capítulo 71

|And the winner is...|

— ¿Cuántas faltan? 
—Dos más.
—Te tendré dos días desnuda sólo para mí, ya veras. —La rete.
—Eso espero. —Dijo divertida y volví a escuchar la música.

¿Ahora que más puede venir? Tengo que adivinar, no puedo perder. Sentí su cálida lengua en mi imbligo mientras lamía y absorbía toda la champaña. Ya no sentí nada, sólo como ella se bajó de la cama y se volvió a subir de un salto. ¿Qué más? Tengo que ganar, no puedo perder. Vamos Robert, le ganas la batalla a miles de hombres en Jerusalem e Irak, tienes que ganarle a una niña de veintitres años, tú puedes.

Senti su cálida lengua en mi glande, de nuevo y sus dientes mientras me daba pequeños mordiscos. Carajo, ¡Kate! Gruñí al sentir un mordisco un poco fuerte y de repente algo muy suave y delicado tocó mi abdomen mientras subía a mi pecho. Pero ¿Qué? ¿Qué es eso? ¿Un mechón de su cabello? No, no, es algo más fino y suave que su cabello. ¿Un algodón? No, tampoco. De pronto me comenzó a hacer cosquillas con ello y su lengua hacia movimientos circulares haciendo enloquecer. ¡Una pluma! Sí, eso es lo único.

— ¡Lo tengo! —Dije en un gemido cuando ella rozó levemente sus dientes. La música se detuvo y libero mi amigo de su boca.
—Digame Señor Downey —Susurró con su voz excitada y sensual en mi oído mientras aprovechó a moder mi lóbulo.
—Una pluma —Gemí.
— ¡Ah, carajo! —Gruñó. ¡Ja, es eso! 
— ¿Lo es?
—Sí, lo es... —Bufó y me eche a reir.
— ¡Aja! Lo sabía. Grazie bambina. 
—Ahora el último... ¿Listo para perder?
—Estoy listo para verte desnuda dos días seguidos.

Ella puso de nuevo la música y no sentí nada por un momento, hasta que sentí algo húmedo y aspero encima de mi abdomen. No pesa nada, es como si no tuviera nada pero siento lo mojado y unos pequeños rasguñitos al sentir que se mueve... ¡Dios! ¿Camina? Es un animal, de seguro eso es... Pero ¿Esta húmedo? ¿Qué puede ser? 

Las manos de Kate fueron de nuevo a mi miembro... No, esto es crueldad y esa horrible sensación de cosquilleos en mi abdomen me mata... ¿Qué animal puede ser o qué puede ser? Sólo espero que no sea una tarantula porque si lo es se la pondre en la cabeza a Kate.

¿Una tortuga? ¡Sí, eso es! ¿Qué más puede ser? Sólo las tortugas tienen pequeñas uñas que causan cosquilleo y esta mojada. Un caracol no puede ser, que asco si eso fuera.

— ¡Ah! —Gruñí al sentir los dientes clavarse en mi glande. 

No escuche nada de su parte más que lo metió a su boca todo y comenzó a lamerlo. Kate, me esta volviendo loco... Estoy al límite y no me quiero correr hasta saber que es... Estoy seguro de que es una tortuga pero ¿Y si me equivoco? No quiero perder, no puedo hacerlo pero la lujuría ni siquiera me deja pensar. Las cosquillas en mi adomen subieron a mi pecho y eso comenzó a ponerme nervioso. Estoy al límite. Grite fuerte y me arquee mientras me corría... Espero no haberlo hecho en la boca de Kate... Ah! Eso se siente tan bien, poder liberarse... Ahora le dire a Kate.

— ¡Ya sé lo que es! —Gemí. Kate sigue haciendo el maravilloso trabajo con su boca. Ella quitó la música.
—Dime, bonito. —Susurra cerca de mi oído y muerde mi lóbulo.
—No estoy seguro... Pero esto me esta poniendo nervioso, ¿Una tortuga?
— ¿Seguro? 
—No... Pero no se me ocurre algo más.
—Te equivocaste, lindo. —Dice ella entre risas.
—Entonces, ¿Qué carajo es? —Pregunte jadeante.
—Te descubriré los ojos para que lo veas por ti mismo.

Ella me descubrió los ojos y vi lo quera.

Narrado por Kate

¡Carajo! No puede ser... ¿Cómo es posible que Robert me haya ganado? Creí que no iba a descubrir las garritas de Diego.

— ¿Cómo que no es una tortuga? —Gruñe al ver a Diego.
—No, no es una tortuga.
—Dios, entonces, ¿Qué es eso Kate?
—Se llama Diego y es un tortugon.
— ¿Tortugon? —frunce el ceño. Me eche a reír al verlo, él puso los ojos en blanco y puso su cabeza de nuevo en la almohada pero al mismo tiempo la levanto y sonrió. — ¡Te gane!
—Sí, lo sé.
—Dos días desnuda por completo para mí.
—Aja, sí, ya...
— ¿De dónde sacaste la tortuga? —Pregunta.
—No es "la tortuga" es "Diego".
—Ok, ¿De dónde sacaste a "Diego"?
—Alicee tiene dos tortugas y tuvieron tortuguitas, me regaló una y le puse Diego.
— ¿Y si es chica?
—Sería Perla. —La agarre con mis manos y la puse de nuevo en su tortuguera que estaba cerca de la cama.
—Ah... —Suspira —Soy un buenazo! Ahora quitame estas corbatas porque me duelen los brazos.
—Todavía no, Señor Downey. —Susurre sensualmente y mordí mi labio inferior. 
— ¿Qué más piensas hacer conmigo así?
—Tú... Me vas a hacer tuya ahora. —Dije y me quite la bata que traía puesta.
—Puedo hacerlo sin necesidad de estar atado.
—Pero yo lo quiero hacer así.
—Eres una traviesa... —Sonríe coquetamente.
—Lo sé, Señor Downey.

Me levante y pare justo abajo de su miembro, poco a poco me puse de cuclillas hasta quedar lo más abajo posible. Lo agarre con una mano y lo puse justo en la entrada de mi vagina. Cerré mis ojos y me senté por completo hasta sentirlo dentro de mí. Gemí y cerré mis ojos, también escuche un gemido de su parte.

—Por favor, desatame... Quiero... Quiero tocarte... —pidió en un jadeo. Lo hice, me acerque lo más que pude a los nudos y deje mis pechos cerca del rostro de Robert, él aprovecho a agarrar mi pezón con su boca y rápido desamarre las corbatas y deje libres sus manos. 
—Ya, detente... —Pedí y me quite. Él bajó sus manos y suspiró aliviado.
—Que bien se siente... —Susurra y me ve. —Ahora, ¿En qué estábamos?
—En esto... —Comencé a moverme y él sonrió. 

Comenzó a moverse al mismo ritmo que yo y puso sus manos en mi cintura. Se subió un poco más a la almohada para quedar un poco sentado mientras nos seguíamos moviendo. Subió sus manos tocando toda mi caja torácica. Subía y bajaba sus manos acariciándome. Gemí y sentí su lengua pasar por mi garganta. Que lujuria, me encanta.

—Ahh... —Gemí al sentir sus manos en mis pechos mientras los presionaba y jugueteaba con mis pezones.
—Eres una diosa... —Susurró en mi garganta con esa voz sensual y ronca que tanto me excita.
—Sigue así, más... —Supliqué y él pellizcó mis pezones y se movió más haciéndome saltar y gemir mucho más.

Puse mis manos en su cuello y acaricie su cabello que esta sumamente corto. Sentía sus embestidas y me hacia llegar a lo máximo. Cuanto lo amo, amo a mi Señor Downey... Ni pensar que años atrás pensaba que era un sueño imposible.

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Nos acercamos al final, no llegue a los 99 xD pero escribí 80, aún me falta el último capítulo pero ya estoy cerca :c Que triste!!!

La buena noticia es de que ya encontré el remplazo de esta novela  Es otra pervertida pero esa no la escribí yo, sólo la adaptaré por el nombre de Robert Ojalá les llegue a gustar!