Allyes aún no podía creer que todo fuera cierto. Su hermano, Arnind, nombrado Laiden al inicio de su vida, estaba ahí, con él.
Bueno, no con él, pero si cerca, a sólo una ventana de distancia.
Tan solo habían pasado dos semanas desde que lo arrastraron con ellos lejos de Nevea, cuando un hombre -un mago- trató de asesinar a Ala y él se interpuso. Nadie hubiera creído que sobreviviría, había sido un ataque mortal, o eso aparentaba la bola de fuego violeta que le dio en el pecho. Ahora descubrían que solo estaba destinada a dejar incapacitado a un humano ¿pero a un igual? ¿a un mago? Nunca lo habían probado, Laiden/Arnind era el primero y luego de varios intentos y mucha observación habían dado por hecho de que ya no tenía poderes.
Apenas existía una leve pizca de mágia en él. Allyes se sentía esperanzado, aunque habían prohibido que llamara a sus padres que debían estar al otro lado del continente arreglando unos asuntos de la rebelión.
Calle estaba con él, en ese instante, tomándolo de las manos mientras observaba a su hermano gritar de frustración una y otra vez, tratando de hacer algo con el cuchillo viejo del que nunca parecía desprenderse.
Hasta el momento no había hablado con nadie, apenas y le había dirigido un par de miradas a todos en el tiempo que llevaba ahí.
Ala era la única que parecía ajena a sus miradas de resentimiento y terror puro, y se paseaba a su alrededor llevándole pinturas o cualquier cosa que pudiera entretenerle. Una vez había tratado de quitarle el cuchillo... Él le había gritado como nunca y amenazado con tirar todo abajo si lo volvían a tratar. Ni Ala ni nadie quería comprobar si era cierto. ¿Él sería capaz?
Por otro lado Allyes tambien estaba extrañado, él había visto a Laiden antes, cuando su hermano se hacía pasar por un estudiante en la Universidad. No hubiera imaginado nunca que él era Arnind.
Era demasiado raro tenerlo en su casa, más aún tener escondidos a algunos cuantos de la rebelión, porque después de ese ataque, los buscaban. A todos, aunque seguían sin declarar les pena de muerte. Allyes se libraba por no ser miembro oficial; no habían registros sobre él y nadie se imaginaria que el joven profesor tuviera mayores secretos.
Sus ojos volvieron a buscar a su hermano, que ahora volvía a estar con la espalda recta, observando a la distancia.
¿Que estaría pensando? Se preguntó, o mejor aun ¿cuando podrían cruzar la linea que los separaba y ser los hermanos que deberían haber sido?
¿Si quiera era una posibilidad?

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¡Laiden! (One Shots)
RandomEl sexy de Laiden. La pilla de Ether. La pintura de Ala. Explosiones de Needle. ¿Que podria salir mal? ⚠ ADVERTENCIA ⚠ Este libro puede contener spoilers de "Laiden ¡Que viva la reina!", ya que son o bien, escenas extra, mundos paralelos o escenas...