Los besos de JongIn ❀ KaiSoo

✦ Hands

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ㅡ JongIn, por favor...

La voz de KyungSoo era profunda, siempre le hacía sentir extraño. Aunque a JongIn siempre que se trataba de él, sin importar qué fuera, lo ponía de aquella manera.

Como si sus pies se sintieran ligeros, listos para marcar un baile cadencioso. JongIn soñaba cuando KyungSoo le sonreía, cuando sus labios formaban un perfecto corazón y sus mejillas esponjosas se hacían redondas, pinceladas de un perfecto tono rosado que lo hacía ver más guapo de lo que ya era.

Las largas pestañas en aquellos ojos grandes eran una atracción infinita para él y JongIn se debatía si debía continuar con su ensoñación o debía despertar de una vez por todas. Porque cuando estaba con KyungSoo el tiempo parecía detenerse y su corazón latía al ritmo de la melodía que sus oídos le mostraban cada que lo veía.

Le gustaban sus manos, eran aterciopeladas como estaba seguro de que todo su cuerpo lo sería, pese a que no había tenido la oportunidad de comprobarlo por sí mismo. Lo cierto era que la imaginación de JongIn era enorme y si cerraba los ojos casi podía sentir el calor de su cuerpo al juntarse con el suyo.

JongIn era soñador, le gustaba imaginar que sus pies se contoneaban mientras lo tomaba de la mano, listo para bailar a su lado. Bailaría un precioso vals, melodías lentas y profundas como su acompañante. La pieza perfecta que encajara entre ambos, con las puntas de sus dedos recorriendo su espalda para tranquilizarlo porque sabía que a él no le gustaba bailar.

Porque KyungSoo creía que lo hacía fatal y JongIn siempre lo aprovechaba, cuando había alguna celebración escolar o cuando sus amigos los convencían de ir a alguna fiesta en la que todos terminaban demasiado ebrios como para prestarles atención.

Entonces el mundo podría caerse a pedazos y JongIn lo sostendría con sus manos por la cintura, haciendo que KyungSoo escondiera su rostro coloreado de un bonito carmesí por la pena, insistiendo siempre en que debían sentarse.

Pero JongIn no lo dejaría, se aferraría a su mano y a su cintura, encargándose de entrelazar sus dedos con perfección, porque cada hueco entre ellos le mostraba lo que en sus recónditos ya sabía.

KyungSoo era la melodía que su cuerpo necesitaba para bailar, moviéndose al compás de una sonrisa, de sus manos temblando por los nervios, de su agitado corazón después de una carrera y de sus mejillas sonrojadas cuando lo atrapaba observándolo.

JongIn sentía la necesidad de verlo así, expuesto ante él, no por vanidad, sino por reiterarse a sí mismo que si se esforzaba, si se acercaba otro poco, lo conseguiría.

ㅡ JongIn, podría venir alguien. ㅡ KyungSoo puntualizó cuando la mano de JongIn se entrelazó con la suya y él se hundió de hombros. ― P-pueden verte.

Pero JongIn solo esbozó una sonrisa pequeña en sus pomposos labios, acercando con lentitud en un movimiento suave la mano de su amigo hacia su rostro, sintiéndolo estremecer.

El moreno acarició con sus labios el dorso de su mano y KyungSoo suspiró sin poder evitarlo, satisfaciendo el corazón del muchacho que besó su mano una y otra vez.

Eran apenas perceptibles cada uno de sus besos, apenas sus labios tocaban la piel lechosa y se retiraban para volver a comenzar. Pequeños roces que hacían que a KyungSoo le temblaran las piernas sin saber cómo reaccionar.

A JongIn le gustaba verlo así, expuesto ante él, con los ojos rindiéndose a sus caricias y su mano sujetando la suya mientras besaba su dorso.

ㅡ Pero me gusta, tu piel es suave... ㅡ JongIn se quejó con un pequeño puchero en sus labios ㅡ quiero comprobarlo por mí cuenta.

KyungSoo ni siquiera habló, tenía la garganta repentinamente seca y no podía ni esforzarse en pensar con claridad.

JongIn era así, en cada momento se manifestaba ante él de tantas maneras, con esos cumplidos y sus manos firmes sobre las suyas, apretando el agarre entre ambas.

ㅡ Bailemos KyungSoo, baila conmigo hasta el amanecer. ㅡ JongIn le sonrió y bajó la mirada mientras lo aproximaba un poco a él.

Estaban en su habitación, no había música y nadie podría interrumpirlos, pero la idea de JongIn pidiéndole aquello estaba deshaciéndolo lentamente, lo sintió besarle la mano una vez más y comenzó a moverse al ritmo que los pies de JongIn le marcaban.

KyungSoo no podía negarse, le temblaban las rodillas y podría caer, pero no más de lo que ya había caído por Kim JongIn.

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Acabo de encontrar este fanart y omgosh, no puedo creerlo xD... créditos al artista.