Los besos de JongIn ❀ KaiSoo

✦ Goodbye

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Había temido ese momento desde hacía meses. KyungSoo observó a JongIn recargado sobre la camioneta que lo llevaría a la estación de autobuses, donde tomaría un nuevo rumbo, sin él.

Al menos de manera momentánea. La familia de JongIn había decidido mudarse, además de que él comenzaría la universidad a las afueras de Seúl, en una buena universidad pero que no sería la suya y le quedaría un poco lejos.

Ambos habían acordado que la distancia no podría con ellos, firmemente, mientras hacían el amor por última vez y sus cuerpos se concentraban en palparse por completo para no olvidar cada parte pequeña de cada uno. Los ojos de JongIn brillaban en ese momento y KyungSoo parecía mantenerse firme, pese a que le doliera el pecho y sintiera que las rodillas le temblaban, capaces de desmoronarse en cualquier momento, pero nunca delante de JongIn, nunca frente a él.

El moreno se había despedido de sus amigos y habían prometido mantenerse en contacto, pero JongIn necesitaba dejarle en claro a KyungSoo que pese a que estarían separados por un tiempo, aquello no era el final, era una etapa llena de obstáculos que su relación debía soportar para que ellos pudieran ser felices, porque al final del camino estarían el uno para el otro, esperándose.

KyungSoo ni siquiera podía describir lo que venía sintiendo desde que se enteró que su novio se iría, por supuesto que siempre intentaba ver el lado amable y se mostraba bastante emocionado de que él pudiera realizar su sueño de estudiar en la universidad donde su padre había estudiado.

Tendría una ingeniería y seguramente se graduaría con éxito, mientras que él se dedicaría a estudiar sobre el mercadeo y la satisfacción al cliente en la gran ciudad. KyungSoo sabía que era necesario que cada uno se realizara de esa manera y suponía que lo que JongIn decía era verdad, que si en verdad lo suyo era amor, él estaría ahí para él sin importar lo demás.

Lo creía firmemente cuando JongIn avanzaba hacia él, cuando sus ojos se encontraban y brillaban con el anhelo de volver a verse pronto, de hablar por teléfono todos los días o al menos tres veces a la semana cuando tuviesen poco tiempo disponible.

ㅡ KyungSoo...

ㅡ JongIn... ㅡ La voz se le quebró y cerró los ojos en automático cuando las manos varoniles de su novio acunaron su rostro, pegando su frente a la suya mientras que sus manos se agarraban con fuerza de los brazos de JongIn.

ㅡ Por favor, espera por mí ㅡ murmuró el moreno, tragando saliva y besando la punta de su nariz, con un revoltijo de malas emociones en el pecho. ㅡ Espera hasta el final por mí.

ㅡ Por favor ㅡ KyungSoo comenzó esa vez ㅡ no te enamores de alguien más. Y si lo haces...

ㅡ No va a suceder... ㅡ JongIn murmuró y lo silenció con sus labios.

Los roces de sus bocas eran lentos pero necesitados, con el ímpetu necesario para transmitir el amor ferviente que ambos se habían profesado desde hacía un par de años. Cuando todo había comenzado con un beso, con los ojos brillantes de KyungSoo y sus mejillas sonrojadas, cuando JongIn no podía dejar de darse cuenta cuánto lo cuidaba su amigo y cómo le gustaba sentirlo cerca.

ㅡ Estoy dejándote mi corazón ㅡ murmuró JongIn con la voz rota.

ㅡ Estás llevándote el mío. ㅡ KyungSoo aseguró, inundado en el aliento de su novio, que se apresuró a besarlo otra vez.

A KyungSoo no le gustaban las despedidas, no le gustaba ver a JongIn marchar como en otras ocasiones, aunque en aquellas veces era por un corto periodo de tiempo, incluso él mismo había tenido que hacerlo, pero esa vez era diferente.

Era la vida haciendo su trabajo, y ambos esperaban que la vida misma los volviera a unir en cierto tiempo, cuando estuviesen listos para seguir. Con un beso más la hora se llegó y JongIn tuvo que soltarlo, degustando sus labios gruesos hasta el último momento, porque necesitaba sentirlo un poco más.

Pero la promesa de sus bocas, implícita también en sus ojos brillantes por las lágrimas, se mantuvo con el beso más triste de su relación, una fuerte que esperaban poder cumplir.

KyungSoo esperaría que llegara el día en que JongIn volviera a mostrarle con besos, lo bueno que era la vida.

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