Los besos de JongIn ❀ KaiSoo

✧ Apologies

.

.

.

🏙

JongIn normalmente solía ser un buen novio. Desde que había conocido a KyungSoo lo había tratado como un preciado tesoro, cosa que pasó a intensificarse significativamente cuando ambos confesaron sus sentimientos y comenzaron a salir.

Sin embargo, pese a que se esforzaba, algunas veces Kim JongIn seguía siendo un despistado, lo cual no era demasiado bueno para una relación con un siempre detallista, como lo era KyungSoo. Pese a que era JongIn quien estaba más al pendiente de las fechas que el bajito y aunque éste dijera que no le importaba en absoluto el celebrar equis cosa, lo cierto es que en momentos como ese, JongIn sabía que le costaría trabajo enderezar las cosas.

El muchacho de piel morena tocó la puerta de la casa de su novio, a sabiendas de que los Do saldrían como cada sábado por la tarde, ya que entonces ellos siempre aprovechaban para salir también en alguna cita o bien quedarse en casa a ver películas o hacer travesuras.

Sin embargo, KyungSoo no le abrió a la primera como casi siempre hacía, ni a la segunda o tercera como cuando estaba ocupado y se había entretenido en algo. JongIn tocó por décima vez y suspiró, porque sabía que su novio estaba en casa y no pensaba abrirle y él tenía en gran parte la culpa. Si no es que por completo su culpa.

JongIn se había entretenido en casa de su amigo SeHun, hablando de algunas cosas de la escuela, sus relaciones sentimentales y jugando algunas partidas en el computador, se le había olvidado por completo que vería a KyungSoo ese día puesto que no recordaba que hubieran quedado. Así que cuando vio la llamada perdida y el único mensaje proveniente de su novio diciéndole que se iba a casa porque no podía seguir esperándolo, lo cierto es que todo dentro de su caja torácica se hizo un revoltijo de emociones.

El corazón se le apretó en el pecho porque nunca había dejado plantado a KyungSoo en una cita y no podía creer que se le hubiera ido el tiempo y ni siquiera hubiese revisado su teléfono como solía hacer.

Así que ahora estaba ahí, esperando a que su novio le abriera la puerta, tocando las veces que fueran necesarias porque no quería nada más que abrazarlo y pedirle una disculpa por lo ocurrido.

ㅡ KyungSoo... por favor ㅡ JongIn habló con un tono de súplica en su voz, pegando la frente a la puerta y suspirando a la vez. ㅡ lo siento, en verdad lo siento.

JongIn escuchó ruidos dentro de la casa y después la puerta se abrió sin más, haciéndolo sobresaltarse al instante, mostrándole el rostro de KyungSoo, cuya mirada se notaba decaída y sus labios estaban ligeramente fruncidos, los ojos le brillaban por la molestia y cierta tristeza que hizo que al moreno se le helara la sangre en las venas, porque sentía que le había fallado.

ㅡ ¿Qué sientes? ㅡ preguntó el más bajo, con la voz un poco crispada ㅡ ¿No haber asistido? ¿No haber respondido el teléfono o que se te olvidara por completo?

JongIn tragó saliva mientras lo observaba, respirando profundamente y empuñando las manos para responder con claridad.

ㅡ Todo, lamento mucho todo, KyungSoo... ㅡ el moreno dio un paso al frente y KyungSoo hizo un puchero con sus labios, asintiendo y sin siquiera observarlo a los ojos ㅡ no volverá a suceder.

ㅡ Por favor, no digas mentiras... ㅡ KyungSoo suplicó.

Y por supuesto que a JongIn le dolió el hecho de que no creyera en sus palabras o que pensara que iba a repetirse pese a que él estaba asegurándoselo. JongIn suspiró derrotado y KyungSoo levantó el rostro, mostrando sus grandes ojos brillantes y su nariz un poco arrugada, conteniendo las ganas de llorar con mucho ímpetu.

ㅡ Lo siento, pero te amo...

Las palabras de JongIn en conjunto con sus brazos fuertes apoderándose de su cuerpo en un abrazo, aprisionándolo contra su pecho y transmitiéndole la sensación de calidez que estaba necesitando en ese momento, hizo que KyungSoo le creyera, que no le pidiera más explicaciones porque sabía que a él mismo podría llegar a ocurrirle. Simplemente se había acostumbrado a que JongIn era el novio modelo, a que JongIn no le fallaba nunca y le hacía sentir especial.

Pero se sentía especial en ese momento, cuando sus miradas se encontraron y el moreno se inclinó, mientras él cerraba sus ojos en automático, sintiendo sus labios apoderarse de los suyos en un movimiento suave pero lleno de seguridad a la vez, la determinación constante en cada roce que lo hizo aferrarse a su cintura, porque JongIn estaba sellando una promesa con sus labios y él la disfrutaba enteramente.

JongIn podía no ser el novio perfecto, quizá estaba lejos de serlo y él tampoco lo era, pero a KyungSoo así le gustaba, así lo quería y quería un poco más, más de aquel abrazo impetuoso, más de aquel amor desbordándose por sus labios, más de una disculpa por haber olvidado una cita, más que un «te amo» susurrado entre sus labios, con las respiraciones agitadas y con la promesa titilando en sus ojos, de que pese a que no era perfecto, se esforzaría.

.

🌙

.