Los besos de JongIn ❀ KaiSoo

✧ Forehead

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El cielo era gris aquella tarde. No había rastro de las coloridas nubes fundiéndose en el horizonte como era habitual, el otoño estaba llegando y se dejaba mostrar con un poco de viento cada día que trascurría más frío que el anterior.

Pero ese día las nubes colosales se habían pincelado de gris, haciendo el panorama un poco más sombrío de lo que el verano los había acostumbrado.

KyungSoo se removió en la banca donde habían decidido sentarse para descansar en su regreso a casa del centro comercial. JongIn había insistido, por supuesto, porque KyungSoo hubiese caminado sin reparo alguno hasta su casa.

Pero lo cierto era que JongIn quería un poco más de tiempo, ese que se le esfumaba tan rápido entre los dedos cuando estaba con él.

El muchacho moreno sabía que KyungSoo tenía un poco de frío, bien fuera producto de haber estado caminando o de los friolentos vientos que les traía la temporada.

ㅡ ¿En verdad estás tan cansado? ㅡ KyungSoo preguntó, parpadeando con esas largas pestañas que adornaban sus majestuosos ojos brillantes.

Era raro para él que pusiera esa excusa, siendo que le gustaba salir a correr, pero JongIn había insistido en que se sentía cansado así que el bajito se volvió a hundir de hombros.

ㅡ Pero pronto anochecerá... así que supongo deberíamos ponernos en marcha. ㅡ JongIn habló y KyungSoo lo observó levantarse, extendiéndole la mano con una sonrisa ensanchada en su varonil rostro.

El muchacho aún sentado parpadeó con cierta curiosidad y ensoñación, las facciones de JongIn se le antojaban como las más pintorescas y bonitas que hubiese visto. Le gustaban sus cejas cortas y la manera en que se le arrugaba la nariz cuando algo no le parecía, las líneas de expresión que le dejaban sus sonrisas y sus pómulos altos.

A KyungSoo le encantaba su nariz chata y sus labios pomposos, lo invitaban a imaginar miles de escenas donde los suyos trazaban con singularidad cada una de aquellas líneas en su rostro.

Estaba tan sumergido en sus pensamientos cuando JongIn le pasó la bufanda que había llevado por detrás de la cabeza, tomó su mano para juguetear un poco y jalarlo para que terminara de levantarse.

El bajito hizo lo que el otro le pedía de manera muda y se quedó estático cuando JongIn no se movió, por lo que ambos quedaron demasiado cerca. No era la primera vez que la distancia entre ellos era casi nula, sin embargo aquello no dejaba de ponerlo un poco nervioso.

Las entrañas se le removían por todo el revoltijo de emociones floreciendo en su piel pese a que era otoño y JongIn sonrió, de esa manera que lo hipnotizaba.

Con la confianza necesaria para hacer que él flaqueara, que sucumbiera hasta el profundo abismo que llevaba su nombre.

ㅡ Te dije que trajeras bufanda... ㅡ JongIn lo regañó con su voz cariñosa y KyungSoo se mordió el labio inferior, las mejillas se le colorearon al escucharlo porque había salido tan a prisa de su casa que se le había olvidado.

JongIn le enroscó sin mucha habilidad la bufanda en el cuello y después lo tomó por los hombros con cierta aprehensión, haciendo que los latidos de su propio corazón se dispararan veloces, porque estaban tan cerca... KyungSoo no se lo vio venir y sin embargo, cerró los ojos de manera inmediata.

Los labios de JongIn se pegaron a su frente y KyungSoo tembló bajo su agarre, a la par que él también cerraba los ojos y lo besaba otra vez.

Uno, dos, tres besos pequeños, roces completamente perceptibles sobre su piel blanca, sobre el nacimiento de su cabello con una sonrisa que irradiaba tranquilidad.

JongIn lo besó otra vez y KyungSoo se aferró a su abrigo, con ambas manos porque no quería que sus pies flaquearan frente a él, pese a que ya estaba sumergido en aquella sensación que solo JongIn podía provocar.

El moreno sonrió, retirándose lo suficiente como para ver su rostro y le echó el brazo por los hombros. ― No quiero que enfermes, me preocupas.

KyungSoo sentía las mejillas ardiendo por todo lo acontecido. Asintió sin saber cómo responder o simplemente sin poder hacerlo.

JongIn lo observó y lo arrastró consigo para comenzar a caminar por el viejo camino hacia sus casas. Era su manera singular de demostrarle con acciones, con un beso, que se preocupaba por él, que quería protegerlo de todo en este mundo, que necesitaba reconfortarlo y hacerle sentir seguro entre sus brazos, que deseaba que se quedara con él.

ㅡ ¿Por qué siempre haces eso? ㅡ KyungSoo puchereó y JongIn quiso conservar ese momento en sus recónditos, porque el bajito no solía hacer esa clase de cosas.

ㅡ Porque me gustas ㅡ JongIn soltó sin preámbulos, con un arrebol creciendo en sus mejillas y su corazón martilleando en su interior.

KyungSoo le golpeó sin demasiada fuerza en el pecho, rodando los ojos mientras ambos caminaban. ㅡ Yah, deja de jugar, estoy hablando en serio.

JongIn lo observó de reojo y suspiró, cerrando los ojos por una fracción de segundo, disfrutando de la brisa que pese a que era fría en ese momento, no podía enfriar por nada del mundo su corazón en conjunto con todo lo que sentía. No si KyungSoo estaba cerca.

Se detuvo entonces y sin soltarlo se giró lo suficiente como para verlo por completo.

ㅡ Yo también estoy hablando en serio.

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Mira mi suerte, un fanart tan bello ♡ cr. A su artista -sisupieraelnombrelopondría-

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Notas:

Leí que los besos en la frente significan protección, comodidad y mucho mucho amor.