-¿Quien eres?
-Ya te lo dije-la niña se bajó de la tumba y camino en dirección a Andrés extendiéndole una mano- puedes llamarme Luci.
La niña vestía con colores grises en un vestido con terminaciones de encaje negro, hombreras anchas y falda en forma de Copa invertida. Su cabello negro azabache perfectamente alisado y abundante cubría su espalda como una cascada de aguas en calma. Su sonrisa era perfectamente blanca sin ninguna imperfección cosa a la que le sacaba provecho. Luci sonreía a Andrés abiertamente mostrando todos sus dientes, una sonrisa hermosa y perturbadora al mismo tiempo, la niña era la personificación humana de smiledog.jpg y Jeff the killer, solo que un poco mas tierna.
-Creo que hay toque de queda, -Andrés no estrechó la mano de la niña lo que hizo que está eventualmente la bajará- ¿no deberías estar con tus papás en casa?
-¿En serio no sabes nada de nada cierto? -Luci sonrió mucho más y sus ojos cambiaron de un color azul profundo a un color rojo intenso- creí que habías hablado con Bartelious, o al menos eso fue lo que me informó el.
Andrés formó una expresión en su cara que hacía saber a leguas que no entendía un comino que hablaba la pequeña, mientras que ella sólo se limitaba a mantener su sonrisa y mirarlo sin pestañear en ningún momento. Él viento jugaba con las hojas secas de los árboles que caían, pasando entre las tumbas, casi como danzando. El chico se sintió intimidado por sus ojos que acababan de cambiar y le hacían pensar que no era humana.
-¿Que eres? -El chico hablaba con miedo en su voz, de alguna forma esa pequeña lo intimidaba al punto de querer salir corriendo de allí- ¿Que le pasa a tus ojos?
-Debes entender algo, incluso las niñas pequeñas esconden demonios dentro.
-¿Que diablos?
-¡Exactamente! -la sonrisa desapareció por un segundo para dar lugar a un rostro inexpresivo- Entiendo tu confusión -Luci corría en círculos delante de Andrés, tal cual como una niña jugando a ser un avión abriendo ambos brazos a manera de alas. Se detuvo quedando frente a frente con Andrés- tal vez así me entiendas.
Andrés presenció como la niña crecía con una rapidez impresionante, sus pechos se hicieron perfectamente redondos y sus caderas se hicieron más anchas. Sus ropas cayeron al suelo quedando completamente desnuda ante el chico que comenzaba a atar cabos y darse cuenta que estaba delante de la chica del relato. Tan perfecta y hermosa como Bartelious la había descrito. Sus ojos se tornaron de un color avellana perfectamente iluminados, era una belleza celestial, sin defecto alguno. Una ráfaga de viento pasó por ella lo que hizo que su cabello se ondulara de manera perfecta cayendo en su espalda a la altura de sus caderas.
-¿Mejor? -pregunto Luci sin esperar una respuesta, con una sonrisa burlona y seductora que se disolvió con la misa rapidez que se había formado- hay cosas que son difíciles de comprender, pero muy rápidas de procesar. Esperó que está se una de esas para ti.
Andrés sentía que su cabeza iba a explotar, se sentía horrorizado y maravillado en igual medida. El ser homosexual no le impedía sentir un deseo enorme por aquella mujer, un deseo aún mayor que cualquiera que habría sentido por cualquier hombre, mucho más fuerte que el que sentía por Roger. Se sentía mal por pensar así, pero la atracción sexual hacia ella era demasiada, en sólo segundos se imagino en centenares de posiciones diferentes con ella ahí mismo en el suelo del cementerio. Trató de disolver los pensamientos pero era inútil.
Luci se burló de el, cómo si supiera que estaba pensando y lo mal que se sentía por hacerlo. Y algo en la manera de mirarlo y reírse le hacía pensar a Andrés que quizás si lo sabía. De alguna forma podía leer su mente y saber sus pensamientos.
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La Ceiba Roja
HorrorUn joven muere bajo extrañas circunstancias y su prometido se encarga de buscar la verdad, pero todo empeora cuando empieza a encontrarla. Podrás descubrir el misterio que se esconde detrás de Todo?