Una forma de vida violenta

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-¡Hola!

-Ey,hola,-estaba como un flan-¿qué vamos a hacer?

-Pues había pensado en llevarte al centro comercial para comer hamburguesa.Invito yo-me dijo guiñándome el ojo.

Asentí porque no me salía la voz del cuerpo de lo coladita que estaba por él.

Sin demorarnos más,nos dirigimos al centro comercial.Ahí pasaban muchos chavales de nuestra edad la mayor parte del día después del instituto.Pasamos y fuimos hasta el Burguer King que había.Pedimos la comida y en menos de 10 minutos estaba lista.

-No tenías por qué haberme invitado.

-Otra cosa no,pero soy un caballero con las princesas.

Me sonrojé y sé que se me notó.

Mierda.

Intenté disimularlo pero creo que no lo conseguí.

Nos sentamos en una de las mesas,Martín enfrente mía.Me empezó a hablar y a mí se me caía la baba.

Martín y María.

María y Martín.

Ais,¿a que queda bien?

No sé qué leches dijo pero me hizo reír.

-Voy a por ketchup,ahora vuelvo.¿Tú quieres?

-Pues...ya que vas,sí-le sonreí.

Justo cuando se levantó,pasaron dos chicos con bandejas llenas de comida,con el papel de la hamburguesa abierta,y se chocaron los tres.Le vertieron toda la bebida y le mancharon el polo azul de mostaza y aceite de las hamburguesas.

Yo estaba flipando desde mi silla.

-¿¡Pero qué hacéis!?-les grité.

Alzé la vista y pude ver que eran los gemelos famosillos.

Sí,los que me caen tan bien, pues esos.

Que no se note la íronia.

-Oye relájate chiquilla,que ha sido un accidente-me respondieron al unísono.

Me limité a mirar a los dos con cara de asco y empezé a limpiarle todo el pringue a Martín del polo con un pañuelo.Menos mal que había una fuente cerca del restaurante,para mojarle un poco el polo y que la mancha se notara menos.

-Y encima tenían que ser esos dos retrasados...-le susurré.

-Sí,a mí tampoco me caen muy bien que digamos.

Le miré.

-¿En serio?La Virgen,alguien que me entiende.

Se rió.

-María,déjalo,si no se va a quitar.En cuanto llegue a casa lo hecho a lavar y punto.

Tiré el pañuelo y volvimos a entrar para terminar de comernos las hamburguesas.Justo cuando entré vi a mi hermano Víctor con los dos hermanos.

-Mierda-dije dándome la vuelta y escondiéndome.

Y entonces noté una mano que se posaba sobre mi hombro.

-Ey,qué tal hermanita.

Cerré los ojos y suspiré con un tono de me ha pillado.

Levanté la cabeza y le miré.

-Anda,¡Víctor!Qu-qué sorpresa-dije levantándome de detrás de la maceta.

-Ya ya.¿Qué cojones hacías ahí?

Enséñame a quererDonde viven las historias. Descúbrelo ahora