Te empeñas en fingir

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Mis ojos se llenaron de lágrimas rápidamente.

Ha venido.

No me lo pensé dos veces y la abrazé lo más fuerte que pude.

-Muchísimas gracias por venir-dijo mi hermano entre sollozos.

-Os dije que iba a venir y que todo esto acabará.Ya está mi niña,ya está...-me estaba acariciando el pelo y retirándome los mechones de la cara.

Pasamos a casa y nos sentamos en el sofá del salón.Estuvimos hablando de nuestro día a día y le enseñamos las marcas y las heridas.

Se notaba que nos quería ayudar.

Entonces oímos un sonido de llaves,abriendo la puerta.

Todo ha acabado,todo se va a arreglar.

-¿Quién es usted?-preguntó mi tía.

-No le importa quién sea yo.Le importará el juez que lleve este caso,porque os voy a denunciar a tí y a tí por maltrato.Buenas tardes.

Dicho esto,Pilar nos cogió de las manos y nos sacó de la casa.Víctor y yo estábamos atónitos,pero en el fondo llevamos esperando esto muchísimo tiempo.

Nos llevó a una cafetería que había en el centro comercial.

-Bueno...-dije rompiendo el papel del azúcar-¿en serio quieres hacerte cargo de nosotros?

-Por supuesto-me respondió dando un sorbo al café.

Pagó y nos fuimos.

Nos dijo que desde hace mucho tiempo tenía un chalet aquí,en Mairena,donde pasaba los veranos con mis padres y con nosotros dos.Nos llevó allí.

-Aquí es donde vais a vivir a partir de ahora.Tenéis habitación para cada uno y piscina.¿Os gusta?

-¡Nos encanta!-gritamos al unísono.

Fuimos al salón de la enorme y luminosa casa.Sobre una mesita de café había un montón de fotos.

En ellas salían mis padres y nosotros.

-Sois mi única familia,¿sabéis?-dijo sollozando-No pude aguantar que vuestros padres se marchasen.Quise adquirir vuestra custodia,pero al tener vosotros familia,me la denegaron.Ahora sí me la darán.

Sonreí.

Los días pasaron rápidos.Tuvimos un juicio,en el que declaramos contra nuestros tíos y dijimos que queríamos irnos con Pilar.La sentencia dictaminó que no podían acercarse a nosotros en una distancia de 10 metros,y que sería mejor que se marchasen del pueblo.Conseguimos la custodia para Pilar.Lo último que nos pudieron hacer fue mirarnos mal y largarse de aquí.

Para siempre.

Nos abrazamos los tres juntos y fuimos a recoger las cosas de nuestra antigüa casa.

-Oye,he llamado a Dani y a Jesús para que nos ayuden.

-¿Qué pintan aquí?

-María,solo quieren ayudarnos.Son buenos amigos,te caerán bien,aunque creía que ya te llevabas bien con ellos.

-Simplemente tuve educación.Ya está.

-Te digo yo que acabas con alguno.

Le tiré un cojín a la cara pars que se callara y dejara de decir esas tonterías.

-Si salgo con alguien,ten por seguro que no será con ellos.

-¿Qué quieres decir con eso?

-No,nada.Solo que ahí lo dejo caer.

Enséñame a quererDonde viven las historias. Descúbrelo ahora