Capítulo 11

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Como os habéis venido arriba y me han llegado 400 notificaciones en el móvil os pongo otro capítulo, va.

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Karin se había pasado treinta segundos totalmente en silencio junto a Sakura Haruno. La pelirrosa no sabía qué hacer para intentar que la situación fuese menos tensa.

- ¿Seguro? - Preguntó Karin por fin, no podía creerlo.

- Si Karin, no es una broma ni... nada por el estilo. - Respondió la pelirrosa con pesadez.

- ¿De cuánto? - Preguntó de nuevo Karin cerrando los ojos.

- Un mes...

- "Maldito sake..." - Pensó Karin ubicando fácilmente el momento en el que ocurrió.

Karin se puso una mano en la cara y suspiró con fuerza. No era un buen momento en absoluto, acababa de arreglar las cosas con Naruto y las cosas cada vez iban mejor. Poco a poco se había estado olvidando de Sasuke y su soledad en Konoha, pero ahora parecía que el Universo se volvía en su contra de nuevo.

Se estaba deprimiendo por segundos debido a dos motivos. El primero era que sabía que Naruto no estaba enamorado de ella. ¿Qué clase de familia iban a formar juntos? El segundo motivo era aún más básico, tenía dieciocho años y se sentía totalmente incapaz de afrontar la maternidad, sobre todo si acababa sola. Karin se quedó en silencio un minuto más. Sakura también se empezaba a desesperar un poco.

- ¿Sabes quién... es el padre? - Preguntó Sakura preocupada por la chica.

Karin se serenó totalmente y lanzó una mirada de enfadado total a Sakura, se sentía totalmente ofendida.

- ¡¡Por supuesto!! - Gritó Karin haciendo que casi toda la sala de espera lo escuchase. - ¿Qué te piensas que he estado haciendo? - Karin solo había tenido sexo con una persona en toda su vida y ni siquiera lo habían hecho muchas veces. No iba a permitir que Sakura insinuase aquello.

- Perdóname. - Dijo Sakura con un tono de voz muy amable, se sentía mal ahora. - No pretendía... insinuar eso... solo... me preocupaba... - Sakura estaba al borde de morirse por lo mal que se sentía ahora mismo.

- Pues deberías medir más tus palabras. - Dijo Karin enfadada.

En realidad, no habría hablado así de mal a Sakura en otras condiciones. Pero entre todo lo que le estaba ocurriendo y lo que Sakura había dicho estaba a punto de estallar.

- No te enfades por favor. - Suplicó Sakura, Karin pudo sentir realmente arrepentida.

Aunque Sakura tenía mil preguntas sobre la identidad del padre del hijo de Karin y sobre la posible relación que tienen juntos, no diría nada más. Karin se levantó de la silla y se fue hacia la salida.

- ¡Espera! - Dijo Sakura levantándose y yendo hacia ella.

Karin la miró, había dejado de estar enfadada con ella, pero no le apetecía ser muy amigable. Sakura se acercó hasta ella y la sujetó por las manos.

- Si necesitas algo... lo que sea. - Dijo Sakura cerrando los ojos. - Puedes pedírmelo, me gustaría ayudarte si me dejases.

- ¿Por qué querrías ayudarme? - Preguntó Karin, no entendía que le ocurría ahora a la pelirrosa.

- Porque me caes bien. - Dijo Sakura sonriendo. - Y cuando la gente que me cae bien necesita ayuda... me gusta ayudarles.

Karin suspiró, no podía evitar darse cuenta de que Sakura era realmente encantadora. Karin en ese momento recordó aquella vez que estuvo a punto de morir y la pelirrosa salvó su vida sin dudarlo. A pesar de que eran enemigas en aquel momento.

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