Único - Benjali

Capítulo 15: "Confusión"

Lali
-NO ME AGRADECIÓ, ¿ENTENDÉS? NI UN MEN...

-Shh, hablá más despacio La ---me retó Luisito mientras frotaba sus manos---.

-Ni un mensaje con un "gracias", ni una llamadita. ¡Qué bronca, viejo!

-¿No se puede cerrar esta ventana?

-¡Luisito! ---grité yo, haciendo que gire sobresaltado con cara de desentendido---. ¿Me das bola? Te estoy contando lo que pasó.

-Ay, La, perdoname, es que me estoy congelando ---seguía quejándose del frío---. Parecen dos nenes ustedes.

-¿Qué decís?

-Buen díaaa ---entró alegre el rubio de ojos claros---.

-Ah bueno, lo que me faltaba ---susurré entre dientes---.

-¿Perdón? ---acercó su oreja a mi boca, haciéndose el canchero---. No tengo otitis, Mariana. Igual, te recuerdo ---dejó la guitarra sobre el sofá, saludó de manos a Luisito y me miró---: la calefacción no anda. No puedo venir a la noche.

-No va a hacer falta que le recuerdes ---contestó Luisito dando pequeños saltos en su lugar. Reí ligeramente al darme cuenta de lo friolento que estaba---.

-¿Esa ventana no se puede cerrar? ---preguntó Benjamín---.

-Bue ---dejé caer mis manos y largué un suspiro, llamando su atención---.

-Ahí, tu amiga Lali la abrió y ahora no puedo cerrarla ---aquejó Luis---. Intentá si querés.

-Tenía que ser Lali. Mi amiga Lali ---resaltó él, mientras me sonreía y se acercaba a la ventana---. No, está dura ---largó después de varios intentos---. Propongo cafecito y ---metió las manos en su mochila para sacar una bolsa--- medialunas del abuelo.

-Uuuh, me leíste la mente Benjamín ---Luis agarró la bolsita sin pensarlo dos veces---.

-Lala, ¿me acompañás a comprar el café abajo? ---salió y yo salí detrás de él---.

-¿Cómo me dijiste?

-¿Yo? ¿Yo dije algo? ---seguía con su actitud canchera, sonriendo de costado y caminando independiente---.

-Benjamín, estoy muy enojada con vos, muy ---escupí, cuando llegamos al bar---.

-Tres cafés por favor ---el rubio se limitó a hacer el pedido y me ignoró---.

-¿Qué estoy hablando con la pared?

-Me dí cuenta que te enojaste conmigo ---estaba parado frente al mostrador y movió sólo sus pupilas para poder mirarme. Esos ojos eran la definición más completa que podía encontrar a arte---. ¿Me vas a traer un traductor simultáneo? O voy a tener que adivinar...

-Fui a tu casa, te tomé la fiebre, te llevé chocolates, te metí a la ducha... Benjamín ---ladeé la cabeza---, no me dijiste ni un "gracias".

-Bastante con el beso que te robé.

-¿Te acordás de eso?

-Tenía fiebre, no estaba en pedo.

-Cuestión: no me agradeciste.

-Gracias.

Bufé, me crucé de brazos y cuando llegó el chico con los cafés agarré el mío y subí nuevamente. Estaba convencida de que no quería verlo más.

Benjamín
Después de trabajar una hora y media con Luisito, llegaron mis músicos y fuimos a casa a practicar, para dejar el espacio libre a Lali.
De todos modos, cuando llegamos, nos encontramos una sorpresa. Quisiera decir grata sorpresa, pero no. Un ex compañero de secundaria, al cual no veo hace cinco años, estaba frente a mi puerta. Se notaba por su semblante que ya estaba cansado de esperar.