Bonhomía [Yoonmin]

[1]

Las respiraciones eran agotadas y en el rostro del mayor se reflejaba claramente el miedo mismo. Sus piernas no podían dejar de temblar pero aún así la adrenalina que recorría su cuerpo no le dejaba descansar.

<Por favor Jimin, no te rindas ahora>

- Va-vamos Jimin -jadeo e inhaló fuertemente sintiendo sus pulmones congelados-, no podemos parar.

- Tae, me duelen -inhaló fuertemente sintiendo su cuerpo congelado-, aish...mis piernas.

El menor decidió parar un momento buscando un escondite por el cual refugiarse. Con la mirada recorria cads espacio de ése lugar hasga dar con unos arbustos lo suficientemente altos para su refugio, tomó más fuerte la mano de su amigo y lo guió hacia ese escondite. Jimin captó lo que su amigo quería hacer y no dudó en seguirlo.

Ambos escondiéndose atrás, con el corazón a mil latidos por minuto y ya totalmente agotados, se sentaron en el suelo intentando recuperar el aire que necesitaban. Taehyung observaba por el agujero que se hayaba en aquellos arbustos mientras esperaba. Su cuerpo tembló por completo al poder ver unas piernas completamente reconocibles demasiado cerca de donde ambos estaban pero soltó el aire que estaba conteniendo cuando vió que se alejaban hasta dejar su lugar.

- ¡JIMIN! -escucharon el grito a lo lejos-.

El niño de 6 años que estaba observando su mayor miedo alejarse pudo al fin soltar un sollozo, Taehyung que aún estaba observando por el agujero volteó a ver a su amigo quien comenzó a llorar. Le dolía tanto verlo así. El menor lo observó por un minuto pudiendo divisar como su amigo del jardín de niños se encerraba en su propia burbuja con todas sus preocupaciones dentro.

¡Sólo tenía 6 años!.

No tendendía como podian existir personas tan malas en el mundo que les gustara hacer sufrir a su amigo. Tae decidió acercarse a él para romper aquella burbuja y compartir un poco de ese peso que su amigo cargaba y darle un abrazo reconfortante. Jimin, quien estaba completamente herido, no pudo evitar soltar unos quejidos ante el toque se su amigo, el menor se alejó un poco y observó a su amigo con un gran temor.

- Ji-Jimin... -lo miró un poco desconcertado-, ¿Te hizo algo?.

El niño no respondió, continuó cabizbajo mientras veía sus lágrimas caer al suelo, Tae se acercó a él para divisar si tenía alguna herida.

En su rostro nada.

Continuó con su cabeza, nada.

Luego levantó su chaleco y retrocedió del susto al ver las marcas que habían tanto en su pecho como en su estómago que eran imposibles de esconder.

- Ji-Jimin...

El menor soltó un sollozo, no podía creer lo que vió. Dio la vuelta y levantó el chaleco ahora dejando al descubierto su espalda.

Solo se echó a llorar.

¿Cómo es posible que le hiciera eso a su propio hijo?, ¿Cómo es posible que su madre no estuviera ahí para poder cuidarlo y protegerlo de tal monstruo?. ¡SOLO TENIA 6 AÑOS Y ESTABA PASANDO UNA INFANCIA QUE NINGÚN NIÑO DEBERÍA PASAR!.

Taehyung completamente dolido, tomó el brazo de su mejor amigo obligándole a levantarse.

- T-Tae...lo-lo siento...

Jimin se echó a llorar nuevamente, el menor se posicionó en frente de su amigo, y lo observó con demasiada angustia recordando el momento que que llegó a su casa.

Los gritos y cosas romperse se escucharon desde fuera y no dudó ni un sengundo en entrar por el ventanal haciendolo trizas pues sabía que la puerta principal estaría con seguro. Entró y buscó con la mirada a su amigo por todo el lugar hasta que escuchó un grito y algo de vidrio quebrarse ante el choque con algo, en una de las habitaciones. Corrió rapidamente hacia allá y la abrió descubriendo a Jimin tirado en el suelo con vidrio a su alrededor, una mirada llena de odio le dedicó a aquél hombre que se encontraba con su respiracion completamente agitada mientras tomó la mano de su amigo y corrieron sin parar.

Envolvió con sus suaves y válidas manos el rostro de su amigo observando el dolor reflejado en ést.

Lo abrazó.

Lo único que podía hacer en ese momento era eso. En esos momentos ninguno de los dos podía hablar por el gigantesco nudo en sus gargantas.

Ambos se encontraban llorando, apoyándose el uno al otro, como buenos amigos del jardín de niños, no había fuerza que los separara, adoraban la compañía del otro y Jimin agradecía tener a una persona tan especial como Taehyung, sin él, probablemente no estaría respirando ahora mismo.

- Ji-Jimin... -soltó su agarre y tomó el rostro de su amigo con ambas manos acariciando sus mejillas-, no te dejaré sólo, jamás -Jimin observó el rostro de su amigo aun con lágrimas-, te irás a casa, a mi casa -suspiró- ése será tu nuevo hogar, tal vez...No tendrás un padre pero está mamá, mi mamá que de ahora en adelante será también la tuya, vivirás conmigo, como mi hermano, mamá te aceptará y te amará así...como lo hago yo.

El mayor sonrió y agradeció aquellas palabras, ambos continuaron su camino, esta vez si tenían un punto al cual llegar y era al nuevo hogar de Jimin.