《Cóseme por dentro》Stein [Soul Eater] /Vulpex/

12. Patético.

Stein

Durante toda la clase estuve esperando a que esa enana levantara el culo y se plantara frente a mí.

Porque sí, a pesar de estar en una incesante batalla contra un montón de alumnos, no es que me costase echar un par de miradas hacia donde ella estaba.

Aunque ella no se percatara, puesto que estaba anotando cosas en su libreta.

Sentía constantemente su mirada puesta en mí, y era consciente de lo concentrada que estaba su alma.

-Ni que intentara imitarme, analizándome de esa manera- pensé.

Aunque preferí no darle atención, al fin y al cabo tenía cerca de quince almas revoloteando a mi alrededor, tratando de hacer algo semejante a intentar tocarme.

Cuando finalmente parecía que todos estaban agotados, y que ya se habían rendido, es cuando noté que su alma se desplazaba.

Con paciencia, esperé a ver que movimientos hacía.

¿Atacaría rápido y "por sorpresa"? ¿O me desafiaría?

Quizá me chantajearía emocionalmente, es lo que yo habría hecho.

Aunque está claro que a mí el chantaje emocional de ese tipo no me afecta.

En combate no conozco el término "sentimientos".

Mientras giraba mi tornillo, ajustándolo en la frecuencia que correspondía al alma de la chica, ella se situó en frente mía.

A pesar de mi expresión indiferente, no podía ignorar ese pensamiento que me perseguía.

-Que emoción... heh-

Incluso aún estando completamente sumido en mi modo de defensa, no pude evitar emocionarme un poco.

Luchar contra la loca que vive contigo no se hace todos los días.

Por no decir que era el momento ideal para experimentar con ello.

Sólo la vi pelear una vez, y cuando estaba muy débil, casi al final de la batalla contra el chico de los tentáculos.

Pero sabía que su nivel de combate superaba con creces al resto de sus compañeros.

Era cierto que parejas como Maka y Soul avanzaban muy rápido, hasta el punto de poder coordinar sus almas con relativa facilidad.

Pero en comparación, Buru se adaptaba a su nivel, estando sola.
Ella realizaba las dos funciones de la pareja a la vez.

Y yo no sabía donde estaban exactamente sus límites.

Así que tenía unas ganas tremendas de ver como emplearía su poder de arma y de maestro a su favor.

¿Los combinaría? ¿O quizá realizaría ataques intercalados?

Quizá no atacaría con toda su fuerza debido a sus sentimientos.

¿Sacaría su lado humano en batalla, o lo escondería?

Era probable que a su edad no controlase sus impulsos emocionales en estas situaciones.

Se echaría para atrás a raíz de su vínculo emocional conmigo, y se rehusaría a pelear.

A eso, hay que sumar el factor de que yo no me contendría a pesar del cariño que le pudiese tener.

Mi mente apartó esos pensamientos.

-¿Cariño...? Menudas estupideces pienso... No hay cabida para el cariño en una pelea. Mucho menos entre un profesor y su alumna-