《Cóseme por dentro》Stein [Soul Eater] /Vulpex/

1. Situación desconcertante

(Escrito por Vulpex)

Abrí lentamente un ojo.

La cabeza me daba tumbos y tenía la lengua reseca; me fallaba la vista y mi cansancio me incitaba a volver a cerrar los párpados y sumirme otra vez en un sueño profundo. Traté de resistir la tentación y me froté los ojos.

Entonces me di cuenta de que algo no encajaba. Palpé algo en mi frente, y noté que una venda me rodeaba la cabeza. Me enderecé lentamente hasta quedar sentada, y me percaté de algo preocupante. Estaba entre unas sabanas que no eran las mías, en una cama que no era la mía, en una habitación que no era la mía y en una casa desconocida.

En frente de mí había un escritorio con un montón de papeles desordenados, junto a unas estanterías con carpetas y archivos.
A mi izquierda había una ventana tapiada con dos tablones de madera mal puestas y a correr.
A mi derecha se encontraba la puerta del cuarto, que aparentemente permanecía cerrada.
A los lados de la cama había dos mesillas, en la que estaba a su derecha había un botiquín medio abierto con un par de esparadrapos y vendas enredadas.
Traté de levantarme, y ahogué un quejido de dolor al apoyar el pie izquierdo en el suelo. Me dejé caer sobre la cama, el pie afectado estaba vendado junto con la palma de mi mano derecha.
A parte de eso, heridas, y moretones leves, solo note agujetas en todo el cuerpo. Era extraño, había que decir que mi forma física era bastante buena.
Traté de recordar como diantres había llegado a parar allí, pero no recordaba prácticamente nada.

Llevaba la misma ropa cómoda que solía usar siempre, tanto para batalla como para simplemente estar por casa. Eso no me ayudaba a recordar. De nuevo, traté de levantarme, esta vez apoyando solamente el pie derecho. Exitosamente, logré ponerme en pie, y me arrastré hasta la ventana, por la que entraban unos débiles rayos de sol.
Las tablas estaban tan mal puestas, que una se soltó simplemente ejerciendo un poco de fuerza. La otra me dio más guerra, pero haciendo palanca con la otra, logré quitarla.

Subí la persiana, y un crujido rebeló que probablemente esa ventana no había sido abierta en mucho tiempo. La luz del sol inundó la habitación, dejando relucir las motas de polvo que flotaban en el ambiente. Ese lugar estaba muy descuidado, y aun así, todo ese desorden parecía indicar que alguien habitaba ahí.

Necesitaba despejar mi cabeza y aclarar mis ideas. Hice una lista mental de cosas con la necesidad de resolver.

1- ¿Dónde demonios estoy?

2- ¿Cuánto tiempo llevo dormida?

3- ¿Quién me ha traído hasta aquí?

4- ¡¿DÓNDE DEMONIOS ESTOY?!

-Así no solucionas nada joder, piensa- Abrí la ventana, dejando entrar aire fresco, y me asomé por ella. La ventana daba a un patio descuidado, con un banco y lleno de plantas mustias y malas hierbas. Estaba en un segundo piso, en lo que parecía ser una especie de... ¿Casa? ¿Laboratorio?

Desde allí se veía el resto del edificio. Era grande, casi como una mansión. Parecía tener muchas habitaciones; las paredes tenían remiendos y estaban cosidas con puntos. Era interesante cuanto menos, en el caso de que supiera donde diantres estaba.

-Bien, parece que estoy en una especie de laboratorio en medio de la nada, bonito lugar para unas vacaciones improvisadas- Lo siguiente era averiguar cuanto tiempo llevaba dormida. ¿Días? ¿Semanas? ¿Meses? ¿QUIZÁ AÑOS? Nah, no era probable, teniendo en cuenta que no me había crecido el pelo en absoluto, seguía siendo el mismo pelo corto de siempre. A demás, debería haber crecido mínimo unos centímetros, pero no. Va a ser que sigo siendo la misma enana de siempre. Jo.
Tenía el pelo sucio, así que probablemente llevaría dormida un par de días, o incluso puede que más.

Maldita sea, en mi estado y con el tobillo fastidiado no sería tarea fácil salir huyendo de allí.
No sabía donde estaba la civilización más cercana y cuan lejos estaba de casa. No tenía ni idea de quién me había traído hasta allí y con que intenciones.

Quería revisar que eran todos esos archivos y papeles que estaban en el escritorio, pero caí en la cuenta de que tenía algo más importante de lo que preocuparme. Mi estomago rugió. -Chst, debo llevar bastante tiempo sin comer, me muero de hambre.-
Me empecé a sentir realmente mal, levantarse no había sido una buena idea.

Escuché unos pasos acercarse por el pasillo, entonces repentinamente, mi cuerpo no pudo más, y caí desmayada de nuevo en la cama.