Criminal ~~ [Lee Dong Hae y tú] ❤

Capítulo 8

/Narra Donghae/

Había ido sin previo aviso a vigilar una casa, aquella era la casa de ___, nadie sabía que yo volvería a pisar esa casa, logré vigilar por unos 40 minutos los movimientos, vi que el guardia no se encontraba, ¡vaya novedad! Era mi oportunidad de entrar en ella por segunda vez, ojalá con mayor facilidad y sin salir herido; su casa parece un campo de concentración, un paso en falso y te matan, oh Donghae debes tener cuidado, será la última vez que entraras a esta casa.

Al fin y al cabo si pude entrar, volví a activar mi modo ágil, y termine en la habitación de ___, por suerte todo estaba igual desde la última vez que vine a rescatarla, solo vine por su maleta, ella necesitaba ropa; de todas formas tengo dinero suficiente y podría comprarle ropa nueva, pero por ahora prefiero que ella use lo que ella conoce, no me gusta comprarle ropa a la gente, a veces no sé muy bien su estilo y termino quemándome las pestañas eligiendo una buena tenida, pero resulta que a veces no es a su medida o no le gustan los colores. Por suerte ___, si gustó de mi regalo por el pijama, adivine sus medidas y los colores que le sientan bien para la noche.

Tomé la maleta y ya había ropa en ella, pero coloque más, pasaría un mes en mi casa y necesitaría la ropa de todas formas. Terminé y puse todo en su lugar como si nada hubiese sido removido de su lugar, vi por la ventana que no había nadie y también logre salir ileso de su habitación, pero ahora necesitaba salir del jardín de la casa, en ese lugar me habían herido, esta vez, nada atentó contra mí. Es bastante raro, como si supieran que yo iba a venir y les avisaron a los guardias que me dejaran pasar, esto me huele mal, pero muy mal.

/Fin narración/

-Esteban...

-Así es, yo te dije que te iba a encontrar, a mi nada se me escapa.- este acorraló a ___ contra la muralla pintada unida a la tienda donde compraría. Por suerte había un techo, así no se empaparían por la lluvia que corría en ese entonces.

-No, déjame ir, por favor Esteban, tienes libertad, puedes acostarte con quien quieras.- dijo agitada tratando de zafarse.

-Me da coraje que ese hombre te tenga, que pueda tocarte.- la miró- a mí no me engañas, te encamaste con él, conozco tu actitud luego de tener sexo, estás feliz y quieres hacer comida deliciosa.

-¡Sí!, ¡es cierto!- exclamó emitiendo un gemido- me lo hace mucho mejor que tú, es más, él ha logrado hacer mucho, cosa que tú nunca pudiste conmigo, nunca me pude sentir a gusto teniendo sexo contigo.

-Interesante.- pausó- está bien, te dejaré ir, pero antes tengo que probarte por última vez... después de todo, nunca has sentido algo cuando te lo hacía, así que si te toco ahora, no sentirás nada.- no dudó besarla a la fuerza en la calle, por desgracia la lluvia estaba tan fuerte que nadie escuchaba a ___ gritar del miedo.

Gracias a Dios, ella pudo zafarse, golpeo el rostro y la entrepierna de Esteban, corrió y corrió, hasta que entró en un callejón sin salida, sin embargo, había una puerta, esta se abrió, un chico la tomó del brazo sin dudar antes de que Estebam la viera, gracias a esta acción, él nunca más la vio. La había perdido de vista dentro de ese callejón.

-¡Aaah!- ella gritó del susto.

-Shhh.- dijo aquel chico.

-¿Por qué me salvaste?- dijo ella soltándose de las manos de aquel chico.

-¿Entonces quieres morir en sus manos? De acuerdo, abriré la puerta...- abrió brevemente la puerta.

-¡NO! Jaja gracias por salvarme.- ella intentó relajar el momento con una risa. -¿Quién eres?- continuó ___.